Las Plumas

¿Coordinación policiaca?

Es alentador el esfuerzo concretado para la firma de “Acuerdo por la Paz” y la instalación del Mando Policial Coordinado en Sonora

¿Coordinación policiaca?

“¿Cómo va a haber coordinación, señor, si los municipales están bien entrados con la maña?”, se desahogó un militar al que pregunté por qué en un retén instalado en Cócorit no había policías municipales o estatales.

¿Qué no se supone hay coordinación de los tres niveles de gobierno?, le había dicho al soldado que me pedía abrir la cajuela del carro en busca de armas o drogas.

Mientras caminábamos hacia la parte trasera del automóvil, platicamos y surgió el cuestionamiento sobre la ausencia de los agentes locales en esa revisión a los automovilistas.

Con un gesto de desesperación, de su ronco pecho salió la conclusión: “¿Cómo va a haber coordinación, señor, si los municipales están bien entrados con la maña?”.

Ante la sinceridad demostrada en sus palabras y gestos, las siguientes preguntas estaban de más. Todo estaba dicho.

Esta guerra contra el mal no se gana con buena voluntad sino con energía para echar de las corporaciones, y del Ejército y la Guardia Nacional incluso, a aquellos elementos coludidos con la mafia.

Armados, editados o planeados como ataques políticos, los videos de hace unos días en los que se dan nombres de jefes policiacos y trabajadores del C 5 cobrando por sus favores a los delincuentes, pueden resultar fantasiosos, pero para quienes saben leer entre líneas generan muchos mensajes sobre la pudrición en el sistema policiaco de Sonora.

Por ello es alentador saber del esfuerzo ayer concretado para la firma de “Acuerdo por la Paz” y la instalación del Mando Policial Coordinado en Sonora, protagonizado por el gobernador Alfonso Durazo Montaño.

En principio, el gobernador debe saber que está prácticamente solo en la lucha contra el crimen organizado. Hay muchos funcionarios, es cierto. Tiene también muchos policías en el Estado y en los municipios hay otros tantos, aunque insuficientes, pero de todos ellos solamente puede contar con una minoría.

Y no es que uno sea pesimista pero incluso muchos jóvenes que ingresan a las corporaciones lo hacen pensando en cómo hacerse ricos mediante acciones de extorsión al ciudadano de bien o, en todo caso, trabajando para complacer “a la maña”.

Es gigantesco y hasta utópico en un momento determinado el objetivo de cumplir la principal demanda de los sonorenses, que es vivir en paz y tranquilidad.

Para ello, Durazo Moreno tendrá que trabajar con estrategias agresivas y de inteligencia para dar con los malos de las instituciones, incluyendo vigilancia permanente a la Fiscal General de Justicia, a la Secretaria de Seguridad Pública, a los mandos altos, medios y bajos de todas las corporaciones.

Nadie debe estar fuera de la visión periférica del gobernador porque las tentaciones son muchas y muchos pueden caer (o ya han caído porque tienen muchos años trabajando en esas lides) en los tentáculos de los barones de los delitos.

Ojalá que las palabras de Durazo Montaño en el sentido de que “el gobierno del estado no se lavará las manos en la tarea de pacificar a Sonora, ni ‘tirará la bolita’ ni a la federación, ni a los municipios; tampoco improvisaremos ni repartiremos culpas ante una eventual ausencia de resultados. En temas de seguridad no hay atajos, no es sencillo, pero estamos ciertos que tiene solución. Juntos vamos a construir el camino para lograrla”, vaya más allá del discurso.

Sonora necesita, ya, paz y tranquilidad.

Comentarios: francisco@diariodelyaqui.mx