buscar noticiasbuscar noticias
Las Plumas

Cajeme, el saqueo más grande de la historia de Sonora

“Entre un Gobierno que lo hace mal y un pueblo que lo consiente, hay una cierta complicidad vergonzosa”, Víctor Hugo


A partir de 2012 se presentó en la entidad una elección que particularmente se caracterizó por el “carro completo” que obtuvo el PRI bajo el liderazgo de su candidato presidencial, Enrique Peña Nieto.

Incluso, en municipios que en la actualidad existe un rechazo enorme al partido tricolor, en su momento, decidieron darle el voto de confianza, como lo fue el caso de Cajeme.

En dicha contienda, en ese entonces se encontraba en la competencia bajo la bandera priista, Rogelio Díaz Brown, el cual con una abrumadora ventaja logró arrebatarle al PAN la silla presidencial del municipio.

Ello representó una era de esperanzas y de ilusión por parte de la sociedad, lo anterior fue como resultado de las prácticas corruptas de las administraciones panistas de dicho momento. Sin embargo, dicha promesa de cambio a la sociedad se vio destrozada una vez comenzado el Gobierno de Díaz Brown.

Únicamente vale la pena observar las gráficas de la incidencia de delitos y homicidios en Cajeme desde 2012 a la fecha, simplemente se dispararon las cifras.

Asimismo, las faraónicas obras públicas consolidadas en dicha administración como lo fue el estadio de beisbol o las pavimentaciones con concreto hidráulico en calles como la Quintana Roo y Tabasco, las podemos observar en la actualidad como un “nido de corrupción”, al ser proyectos mal planeados y extremadamente costosos.

Desafortunadamente, el dolor de cabeza para Cajeme no terminó ahí, debido a que después de una inexplicable elección donde se dio por ganador al ex alcalde Faustino Félix, se terminaron viniendo otros tres años de abandono hacia la comunidad cajemense.

En otras palabras, se presentaron hechos inéditos como nunca vistos en la ciudad, con ataques armados por doquier, la falta de empleo y oportunidades de manera alarmante y sobre todo, un gran descontento social hacia su Gobierno.

Por último, pero no menos importante, Cajeme se vino a topar con un maestro con muchas ganas de aprenderle a la política y vaya que sí lo logró.

Sergio Pablo Mariscal Alvarado, en un intento por engrandecer su figura como presidente municipal y su “alto poder”, hasta el día de hoy a menos de un mes de terminar su administración, llega con altas cifras que heredar al alcalde electo Javier Lamarque en todos los aspectos: inseguridad, pobreza, deuda, daños en la infraestructura pública y en el abandono a las comunidades minoritarias.

Todo lo que se ha venido discutiendo durante esta colaboración, me hace llegar a esta pregunta, ¿Quién es el causante de esta situación: los ciudadanos o los gobernantes?

Gran interrogante.

Comentarios: hectormanjarrez.r@hotmail.com