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Autoridades delincuentes




De cuello blanco, pero al fin malhechores.

Y todo porque esas medidas que supuestamente llevan un objetivo estratégico de salvar vidas ante la invasión del coronavirus, no se instrumentaron de la manera más correcta o legal.

Como lo habíamos advertido en entregas anteriores, la declaración prácticamente de un “toque de queda” en los municipios es una medida fuera de la realidad y de las leyes locales.

Esto de la pandemia no se trata de que todo mundo ande en horas de la madrugada de aquí para allá contagiando a los demás. Más bien, las autoridades municipales estaban pensando en su imagen política para que, si se daban saqueos en los grandes comercios, ellos no salieran raspados rumbo a las elecciones de 2021.

En el fondo, todo mundo anda cuidando precisamente que el problema no se desborde porque entonces se descubriría que el sistema de salud no está preparado para atender un problema de esta naturaleza.

Si el Covid-19 se lleva a un gran número de ciudadanos, precisamente porque no hubo cómo atenderlos de manera adecuada, la figura de las autoridades se degradaría y en consecuencia sus carreras políticas estarían en grave peligro.

Veamos el caso de la tragedia de la guardería ABC, el 5 de junio de 2009: hasta antes de esa fecha, el PRI, con todo y tener un mal candidato a Gobernador, llevaba cierta ventaja al PAN.

Pero con la muerte de los pequeños, al tricolor y sus seguidores todo se le vino abajo y, en mala hora, ganó el panista Guillermo Padrés Elías. Y digo en mala hora porque todo mundo pensó que Sonora estaba en la antesala de un gran cambio social y político, pero los integrantes de ese nuevo gobierno resultaron peor que los corridos. Pero esa es otra historia.

Hoy, el temor a ser heridos por el coronavirus en su avance político, obligó a los gobernantes municipales a decretar multas por cuyos dividendos no se trabajó en la Ley de Ingresos y por lo tanto cobrarlas es anticonstitucional y quien transgrede las leyes se convierte en delincuente.

Y en ese nivel están quienes, mediante la represión, quieren hacer entender a la población que el peligro de la pandemia es real. Como hay poca credibilidad a todo lo que sale de la boca de los políticos, la gente no creía en la magnitud del problema y por ello se tuvo que recurrir al garrote ilegal de las multas.

Sería mejor que trabajaran en hacerse más creíbles ante los ojos de la población. Sin credibilidad, nada les funcionará.

EN CORTO

De qué tamaño será lo que solapan los regidores de Morena a la administración municipal, que tanto Edith Rocío Lauterio Araujo como Francisco López Olea armaron su berrinche ayer durante la sesión virtual de la Comisión de Hacienda del Cabildo, debido a que en la comunicación estaban tomando datos algunos reporteros. Y no quisieron seguir en las discusiones sino hasta que “las personas ajenas” a la Comisión se salieran del “chat”. La verdad es que dan pena ajena esos regidores sumisos al gobierno municipal y si, como dijo López Olea, da asco que otras personas escuchen lo que se discute en la Comisión de Hacienda, debe saber que es más asquerosa la actitud servil de ediles que en vez de defender al pueblo, elogian a quien comete las marrullerías… Se le viene encima el mundo a Morena, por cierto, con la salida de la senadora Lily Téllez de su bancada. Aunque ellos digan que no habrá de golpearles ese movimiento de la ahora legisladora independiente, la verdad es que al menos en Sonora esa situación les dejará ver sus debilidades frente al 2021, cuando pagarán las consecuencias de ser simples títeres de decisiones unipersonales que, en vez de ayudar, perjudican a la población.
Comentarios: francisco@diariodelyaqui.mx