Ante los tiempos actuales

Los taxistas y los músicos

Por: Gerardo Armenta

Tiempos difíciles los de hoy. Y no del todo precisamente por la cuesta de enero, la que esta vez abrió con un frío invernal que por lo visto resolvió heredar un tanto al mes de febrero. La verdad es que este inicio de año resultó un tanto gélido para propios y extraños. Pero debe ser útil ratificar la certeza de que el invierno es una temporada en la que el calor no suele ser invitado, y mucho menos cuando se registran temperaturas a la baja como las de hoy, las que, de una u otra forma, con todo y su sensación térmica (si es que ocurre) no dejan de asombrar.

En una particular ambientación como la de hoy, aunque no necesariamente por su causa, ha salido a relucir periodísticamente la forma en que, por ejemplo, sectores como los propios de músicos y taxistas resienten las circunstancias actuales que tienen que ver directamente con su quehacer. No deja de ser interesante dar un vistazo a esta particular situación por el modo en que refleja, de una u otra manera, lo que también ocurre en casi todo el entorno social.

Por ejemplo, en Navojoa el gremio de los taxistas resintió muy gráficamente la llamada cuesta de enero, con la evidencia de que el circulante de pasajeros tuvo una caída de hasta 60% en relación con el pasado mes de diciembre. Este dato fue proporcionado por Ramón Talamante Almada, líder de la Unión de Taxistas. Se estará de acuerdo en que el porcentaje citado debe significar en términos prácticos un desplome laboral.

Talamante Almada dijo que parte de esta problemática que se está viviendo, es por causa de la falta de empleo generada por la crisis agrícola de hoy. "Esto ha provocado que en el centro de la ciudad no se tenga la afluencia de otros años", explicó el dirigente de los taxistas. Señaló que la situación está muy difícil y dijo que, más allá de la cuesta de enero, son otros factores como la falta de agua en la agricultura, el paro prácticamente de la ganadería y el hecho de que casi no hay circulante en la ciudad.

Y falta lo peor con los "meses duros" que son febrero y marzo. En éstos hay una reducción de pasaje que "podría traer más crisis" para quienes se dedican a laborar como taxistas. Tal es entonces la situación general por la que atraviesa este sector de trabajadores. La definición de Talamante Almada es más que explícita: "la situación está muy difícil". Es evidente que el significado de estas palabras corresponde con exactitud al tenor de las complicaciones económicas que rigen hoy por hoy.

En Cajeme la situación de los músicos está en similares condiciones. Los contratos para amenizar eventos o festejos han disminuido. El titular publicado recientemente por DIARIO DEL YAQUI lo dijo todo: "Baja contratación de músicos". Y no es que las personas en general hayan decidido cancelar su gusto por la música en vivo, con intérpretes directos, inmediatos. Nada de eso. Más bien la situación tiene que ver con el campo y la agricultura. ¿Cuál es la relación?

La nota del periódico señala que, las más de 200 mil hectáreas que se dejarán de sembrar en los Valles del Yaqui y Mayo, están afectando las ganancias de quienes se dedican profesionalmente a la música. Las contrataciones han disminuido. Se reconoce que el sector productivo es uno de los principales mercados de los grupos musicales. Esta explicación fue proporcionada por Sergio López García, director de Logística y Promoción de la Asociación de Músicos existente en Ciudad Obregón.

En relación con otros años, la demanda musical en Cajeme ha bajado 40%, por lo que sus intérpretes habituales han optado por dedicarse a otras actividades como choferes de plataforma o musicalizando composiciones. La ecuación verbal de López García es la siguiente: "...como no hay agua, no hay siembras". Y, de este modo, "si no hay siembras, no hay ingresos, no hay movimiento de dinero, la economía se detiene".

La sencillez de una enumeración general como la anterior, en la complejidad de su significado social, ubica en su justa medida el problema a que se alude, con el particular énfasis por el que deben pasar los músicos por la baja ocupacional existente en tiempos como los de hoy, singularizados, vale repetirlo, por una problemática laboral que no es posible ignorar. En realidad, se trata de un hecho que tiene que ver con la situación económica imperante. Y que produce una afectación seria en quehaceres como los propios de taxistas y músicos, unos y otros con desempeños profesionales siempre bien vistos. Cabe esperar que mejore sustancialmente su perspectiva laboral.

armentabalderramagerardo@gmail.com

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