Las Plumas

Ante el estrés hídrico

Hay suficiente evidencia a la mano para sostener la evidencia ingrata de que hoy por hoy un lugar como Navojoa enfrenta una severa crisis de agua

Ante el estrés hídrico

La palabra estrés es hoy prácticamente de uso común. Sale a relucir con extrema y cotidiana frecuencia para notificar la suma de presiones que con carácter de actitud aquejan a una persona en su exposición ante el trajinar cotidiano. Y puede ser tan grave o no como lo sean las circunstancias que es pertinente enfrentar al paso de los días.

 “Me siento muy estresado”, debe representar hoy una expresión del habla común, al grado de que las causas que la propician quizá ya no sean tan efectivas o contundentes como resultaron en el inicio de esta especie de “moda” (que en rigor no lo es, ya que se trata de algo mucho más serio). Todo este preámbulo puede resultar útil o no para con pertinencia plantear una pregunta: ¿Ha escuchado usted alguna vez la expresión “estrés hídrico?”

Puede que sí o puede que no. Aunque la expresión es correcta y hasta puntual. Prueba de ello es que, para en principio no ubicarnos muy lejos, el estrés hídrico existe en el…sur del estado. Pero que nadie se asuste. Porque también lo hay en todo el país. Es obvio que tal enunciado tiene que ver sustancialmente con la falta del bien llamado vital líquido.

Debe ser preciso tomar nota de lo siguiente: el estrés al que nos referimos afecta el crecimiento de vegetales y especies nativas. También hay que poner de relieve que hace lo mismo con el abasto de agua para el consumo humano. De aquí la importancia de asumir el cuidado del agua ejerciendo acciones de reforestación que provoquen un cambio del esquema que existe actualmente al respecto. Las consideraciones anteriores fueron planteadas por Liliana Ruiz, integrante del área de Ciencias Químicas y Biológicas de la Universidad de Sonora.

La especialista universitaria se declaró a favor del cuidado del agua y acciones de reforestación que provoquen un cambio de la situación en que nos encontramos. Este es un esquema extremadamente grave visto a luz de circunstancias propias de una coyuntura como la actual. Por ejemplo, hay suficiente evidencia a la mano para sostener la evidencia ingrata de que hoy por hoy un lugar como Navojoa enfrenta una severa crisis de agua. Quizá esta afirmación no resulte novedosa en extremo para los sectores de la comunidad por la forma en que al paso de los años se han conocido las cosas al respecto.

Pero la contundencia de la información actual que existe al respecto, no es precisamente aquella que sirve para reconfortar el ánimo o batir las palmas. Nada de eso. De esta forma, debe proceder la advertencia de que Navojoa afronta hoy una severa crisis de agua, dicho sea, por lo visto, sin mayores eufemismos o ganas de ocultar los hechos. La crisis en mención se debe a que las fuentes de abastecimiento del agua han comenzado un proceso de agotamiento. El caso es que, de no llover actualmente en una forma apreciable, de tal modo que resulte posible abatir la sequía existente, podría entrar en riesgo el abasto de agua en el ámbito navojoense.

Un hipotético esquema como el anterior podría afectar a más de 176 mil habitantes de Navojoa. Debe reconocerse que una útil y valiosa información reciente planteó el registro de datos como los anteriores, los que ha resultar en extremo pertinente no tirar por la borda, habida cuenta de la gravedad de la particular situación que podría presentarse en el ámbito navojoense. Por supuesto que no se trata de algo que podría ocurrir mañana al mediodía. Nada de eso. Debe ser propio señalar que los datos presentados forman parte de una información existente que nunca será dable echar por la borda, y menos, por supuesto, en circunstancias como las de hoy. 

Por eso, frente a la sequía existente, el reto o desafío no puede ser otro más que el que plantea una actitud muy simple o elemental: cuidar el agua. Este fue un planteamiento surgido en el ámbito del Organismo Operador Municipal de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento de Navojoa, donde se ha descrito el riesgo o peligro que significa la sequía actual. Los de hoy pueden ser al respecto tiempos complicados. Pero son los que hay. No ha de resultar viable cambiarlos a voluntad o de un día para otro.

Así las cosas, lo más prudente o exigible tiene que ser tomar conciencia de la situación y asumir conductas o actitudes responsables en el manejo del agua. Parecería que la temporada de lluvias puede resultar prometedora. Pero también habría que considerar que, hoy como ayer, no existe nada escrito al respecto. Los hechos en este sentido son como son.

 armentabalderramagerardo@gmail.com