Las Plumas

Año malo para ganaderos

Consejo de cuenca en río

Año malo para ganaderos

El 2024 fue un año de los más difíciles. Pero el 2025 pinta peor. Con esa contundencia fueron definidos uno y otro año. El que se va y el que llega. Ni a cuál de los dos apostarle en cuanto a bondad o beneficios. Por lo menos así son vistos estos dos años entre los ganaderos del sur sonorense.

Mario Moroyoqui Verdugo habló periodísticamente sobre el tema en su carácter de presidente de la Asociación Ganadera de Etchojoa. Allí figuran más de cuatro mil agremiados. Este es un número bastante respetable. Por eso la importancia del organismo de productores al que pertenecen. Se habla de un conglomerado que tiene proyección económica y social.

De allí la pertinencia de prestar atención a los planteamientos de su dirigente. En efecto, Moroyoqui Verdugo señaló que 2024 fue uno de los años más difíciles para los ganaderos del sur de Sonora. Por dos razones: la sequía y la falta de apoyos. Sin embargo, también dijo que 2025 es un año que "pinta peor". Nada bueno pudieron esperar los ganaderos del año que está por terminar. Menos del que llega en cuestión de días.

Al tenor directo de sus expresiones, cabe señalar que Moroyoqui Verdugo es un dirigente al que le gusta hablar sin medias tintas de por medio. Respecto al tema que se comenta, dijo, por ejemplo, que el sector ganadero "ya se cansó de pedir ayuda al Gobierno y que no nos den nada". No se puede esperar mayor claridad o franqueza verbal y conceptual de quien encabece un sector productivo o del ámbito social que se quiera. La verdad es que no suele ser muy común que los líderes hablen de manera tan directa. Por las razones que sean.

Moroyoqui Verdugo también expuso lo siguiente: "Ahora que precisamente ocupamos apoyo de las autoridades, es cuando menos hay". Añadió que "la situación es crítica y el panorama está igual: muy desalentador". Los ganadores confían en que llueva. Pero las precipitaciones pluviales, por lo visto, se han dado mucho a desear. Han sido prácticamente nulas, dijo Moroyoqui Verdugo. Por eso 2024 fue un año de los más difíciles para los ganaderos y el que sigue "pinta peor". He aquí una explicación muy gráfica sobre el tema.

Los problemas parecerían ubicarse por todos lados. El Río Mayo, por ejemplo, está contaminado y sucio. Esta no es una novedad de la que se haya tomado debida nota el día anterior. Lo importante es que ahora la remarcó Rafael Gil Corral, presidente del Consejo de Cuenca del Río Mayo, cargo que asumió recientemente. Definió que entre sus primeros y principales objetivos están los de reducir la contaminación y la suciedad del río.

Un propósito como el anterior debe ser uno de los más importantes que pueda y deba ser asumido en un ambiente comunitario. En cualquier parte debe ser terrible aceptar que el río propio y único está contaminado y sucio. Pero tal es la condición ominosa y hasta grave socialmente hablando del Río Mayo. Gil Corral expuso que se necesitan recursos para desazolvar y limpiar el río. ¿Y sabe usted por qué?

Porque allí hay mucha basura, escombros y cercas. Todo esto propicia condiciones "para que, con lluvia torrencial, haya inundaciones en las comunidades aledañas", planteó Gil Corral, cuyo plan de trabajo como titular del Consejo de Cuenca del Río Mayo se advierte en verdad interesante y útil. Habrá que volver sobre el tema.

Mientras tanto, debe resultar preciso señalar que, en efecto, el Canal de Las Pilas de Navojoa se ha convertido en un peligro mortal. Así fue calificado en una información periodística sobre el más reciente suceso fatídico ocurrido en las aguas del canal. Un hombre se precipitó en éstas mientras conducía una motocicleta.

Definir un punto citadino como peligro mortal es algo verdaderamente serio o grave. Y más cuando evidentemente, como es el caso, hay evidencia sobrada y lamentable para llegar a esa terrible conclusión. No se trata de incurrir en ninguna forma dramática descriptiva que exagere por sí misma la gravedad de una determinada situación, grave de suyo.

La evidencia, más allá de calificativos, es por sí sola perturbadora: el Canal de Las Pilas navojoense entraña riesgos que no pueden ser ignorados y que es preciso evitar de una u otra manera. Apenas en octubre pasado se produjo un accidente que costó la vida a su protagonista. Hoy se ha generado allí un episodio similar. Algo tendría que hacerse para evitar la repetición de estos lamentables y dolorosos episodios.

armentabalderramagerardo@gmail.com