Pero hasta ahora es cuando han llegado al extremo de quedarse sin el servicio, al igual que en San Ignacio Río Muerto.
Y como sucede ya en otras comunidades pequeñas, la causa principal del desabasto es porque la Comisión Federal de Electricidad corta el servicio de energía para los pozos, debido a los adeudos de los organismos operadores municipales.
Detrás de esa situación está otro gran problema: la falta de pagos de los habitantes de las comunidades por el servicio del suministro de agua.
Quizá muchos pueden decir que no pagan el líquido porque no tienen, pero otros también se les ve todos los fines de semana con una cerveza, o más, en sus manos y eso es lo que no se vale porque hay quienes sí cumplen con sus pagos y sufren las de Caín cuando no hay agua a pesar de estar al corriente con sus cuotas.
Sucede también que muchas veces la gente no paga porque considera muy malo el servicio y así se va formando la bola de nieve hasta que los administradores dejan de pagarle a la CFE por la energía usada en los pozos para extraer el líquido.
Los habitantes de Bahía de Lobos ya se están organizando y preparan para este sábado de enfrente una reunión en el Centro Comunitario, a las cinco de la tarde, con el objetivo de llegar a un acuerdo sobre la escasez de agua en su comunidad.
Ojalá y lo logren, pues se podrá estar sin otros servicios, pero el del agua es fundamental para la salud, sobre todo.
Ayer mismo, muchos pescadores de esa comunidad estuvieron en una reunión en la cual se plantearon muchos problemas relacionados con su actividad, pero sobre todo uno que desde hace años han estado afrontando sin respuestas positivas.
Se trata de la renovación de permisos para pesca por parte de las cooperativas que hace muchos años solicitaron, pero que finalmente han ido a parar a manos de quienes están muy cerca de los funcionarios de Conapesca.
Resulta que esas personas se hacen ricas con la explotación y hasta sobre explotación de los recursos del mar, a veces sin ser de las comunidades pesqueras, mientras que a los pescadores nativos la pobreza los inunda.
Por ejemplo, a la hora en que llegan los apoyos federales lo primero que piden como requisito es que los permisos de pesca estén vigentes.
Es decir, los hombres del mar hacen como que ni vieron el arribo de ese respaldo porque sencillamente los permisos no han salido.
Ojalá y ahora sí las nuevas autoridades de Conapesca y Sader apoyen a los verdaderos pescadores y no a esos que por tener un poco más de recursos y "palancas" se hacen de mulas Pedro.
Ojalá.
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