Aunque las estadísticas se perciben frías, no dejan de causar cierta onda de escalofrío en el cuerpo mientras se lee:
Solamente en agosto se presentaron en el país 2 mil 524 homicidios, dolosos como les llaman.
Eso significa, de acuerdo a los datos del Gabinete de Seguridad federal, que en promedio fueron 81 muertos por día en el país, lo cual convierte al mes que se acaba de ir en el segundo mas violento del año.
Sonora no se ha quedado al margen y Cajeme mucho menos, al grado de que este municipio aporta algo así como el 30% de los delitos de alto impacto de los últimos meses en la entidad, casi a la par de la región Guaymas-Empalme que en las semanas anteriores ha vivido prácticamente bajo una lluvia de balas.
En el país, los días con mayor número de muertes durante agosto comenzaron junto con el mes, pues el primer día asesinaron a 100 y al día siguiente, 104, y el día 25, 101 asesinatos.
Aunque se vean de manera aislada, esas cifras son muy preocupantes, sobre todo si tomamos en cuenta que el mes con mas homicidios en lo que va de 2020 fue marzo, cuando se tuvieron dos mil 585, es decir 61 mas que en agosto.
Claro, Sonora no es de los estados mas violentos de México, pero eso no debe servir de aliciente sino, todo lo contrario, convertirse en un acicate paratrabajar juntos gobierno y sociedad en la conquista de una comunidad tranquila, en paz.
El Estado de México se apuntó durante agosto con 223 homicidios dolosos, en tanto que en Michoacán fueron 185; en Baja California, 173; en Jalisco, 161, y Guerrero, 108.
Incluso, durante su informe de gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador aceptó que en general los delitos han bajado 30%, pero en materia de homicidio doloso y extorsión, los incrementos han alcanzado 7.9 y 12.7 por ciento, respectivamente.
Sería cómodo decir que todos esos niveles violentos alcanzados son culpa del gobierno. Pero mentiríamos. Como ya se ha dicho en este espacio, la corresponsabilidad debe alcanzar cada hogar de este país.
Si desde las cuatro paredes de una casa se brindan educación y ejemplo, difícilmente los niños y jóvenes se desviarán del buen camino por mas tentaciones que el entorno les imponga.
No hay que confiarse de que las autoridades vendrán a resolver todos los problemas de inseguridad que se viven. El primer paso es desde la sociedad. Lo demás vendrá por añadidura, como reza un texto bíblico.
Comentarios: franciscogonzalez.bolon@gmail.com