Abuchean al senador Noroña

Comunidades de BJ con agua

Abuchean al senador Noroña

Es curiosa la política que se practica en un país como el nuestro. Quizá sólo aquí el presidente del Senado de la República puede ser abucheado en un acto partidista con la mayor tranquilidad del mundo, sin que pase absolutamente nada. Excepto la honrosa decisión que acaso pueda tomar el aludido para retirarse del evento. Así acaba de ocurrir con el senador Gerardo Fernández Noroña.

En realidad, no le quedó más que asumir esa determinación y abandonar el Congreso Nacional del Partido del Trabajo, al que Noroña perteneció una vez y dejó para ingresar a Morena, donde, como es posible inferirlo, no le ha ido mal. Prueba de ello es su arribo al Senado y prácticamente su incorporación a las grandes ligas de la política mexicana, donde alterna con personajes legislativos de la talla de Adán Augusto López Hernández y Ricardo Monreal, por citar sólo algunos.

Pero Noroña, por sobre su responsabilidad senatorial, no ha perdido la facilidad propia para figurar con una gran constancia en lo que se conoce como "el ojo del huracán". En sus entrevistas periodísticas, sin importar tema, siempre sale de pleito con quienes lo abordan. Parece estar invariablemente a la defensiva o suponer que todo mundo en los medios trae algo en contra suya, sea por costumbre o algo parecido. Dicho en otras palabras, Noroña explota con facilidad, sin que tampoco sea preciso que se muestre ante periodistas como alguien incapaz de quebrar un plato, o sin fortaleza intelectual para sostener sus alegatos. 

Tal no es el caso. Sí lo es en cambio, el modo en que fue tratado por excorreligionarios partidistas suyos, quienes, como quedó dicho, prácticamente propiciaron que abandonara un importante evento del Partido del Trabajo, cuando, incluso, hacía uso de la palabra. Obvio resulta señalar que Noroña fue uno de los invitados especiales de la reunión del conglomerado petista, en el que militó con gran relevancia. Pero, por lo visto eso ya pasó. Prueba es que, en lugar de aplausos y reconocimiento, lo trataron con gritos inamistosos. ¿Así es la política?

Un tanto lejos de esta actividad, habría que toma nota de que finalmente se resolvió un serio problema de suministro de agua en lugares del sur de la Entidad. Aquí habría materia para hacer quizá una película de temor o sobrevivencia. Y es que después de casi dos meses sin tener agua potable, el pertinente servicio fue activado en las comunidades de Paredón Colorado, Paredoncito y Aceitunitas, pertenecientes, como se sabe, al Municipio de Benito Juárez. Pero vale reparar en el dato: casi dos meses duró el problema.

Para ello fue necesario rehabilitar el pozo de la comunidad e instalar una bomba nueva. Estos fueron los detalles técnicos con los que se resolvió la falla, según dijo el director del Organismo Operador del Agua, Álvaro Montoya Espino. Vale hacer notar que un servicio de pipas hizo menos álgido o severo el conflicto que se comenta.

Se estará de acuerdo en que la falta de agua es a menudo una de las carencias más severas por los que pueda atravesar una comunidad grande, mediana o pequeña. Incluso, por menor que sea el tiempo que dure la falla o suspensión del vital líquido, la incomodidad o los aprietos existenciales de usuarios no dejan de resultar severos. Piénsese ahora en lo que pasó en lugares de Benito Juárez como Paredón Colorado, Paredoncito y Aceitunitas, denominaciones éstas muy propias o singulares.

Pero más allá del nombre que ostenten los lugares que forman parte de la geografía estatal sureña, ha de tomarse en cuenta, y exigir, cuando sea el caso, que se resuelvan sus problemas comunitarios más inmediatos, como recién ocurrió en Benito Juárez con las tres demarcaciones citadas. Allí la necesidad fue manifiesta porque tuvo que ver con el servicio de agua potable. Dos meses sin disponer de un servicio de esta naturaleza, representan sin duda largo tiempo, sin importar que existan formas, como las hay, de que la carencia de agua no sea tan gravosa existencialmente, a la hora de la hora, por los modos que se tienen para llevarla a la población de una u otra forma. He aquí una ventaja no desdeñable, si bien lo deseable es que la prestación del servicio del que se habla, nunca sufra avería alguna.

Sin embargo, de todas maneras, eso no quiere decir que resulte fácil suplir temporalmente con pipas un servicio tan intenso o de primer orden colectivo como el propio del agua. Lo importante es que en Villa Juárez un serio problema en la materia ha quedado resuelto para bien de tres de sus comunidades.

armentabalderramagerardo@gmail.com