Se niega a quitarle los piojos a su hija, pues no quiere lastimarlos: es vegana
La mujer argumenta que, debido a su ideología y estilo de vida, "no les quiero hacer daño"; periodista le dice que tome cartas en el asunto
Una de las preocupaciones de las madres respecto a la higiene de sus hijos en edad escolar es que no se infesten de fauna indesada; sin embargo, lo que hizo una mujer de Australia sorprendió a propios y extraños.
Afligida por descubrir que la mejor amiga de su hijita estaba llena de piojos, una mujer avisó a la madre de la chiquilla infestada de la problemática de su retoño; sin embargo, la respuesta de la fémina la dejó perpleja.
“Mi hija de siete años es la mejor amiga de la chica de al lado, cuya familia es vegana. Está bien; Respetamos su elección... mi problema es que recientemente esta niña encantadora estaba en nuestra casa rascando furiosamente, y descubrí que estaba llena de piojos".
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Y es que la madre de la chiquilla llena de liendres y bichos, muy quitada de la pena, le contestó que estaba al tanto de la situación de su niña; sin embargo, no emplearía ningún tratamiento quería lastimar a los animalitos, ya que lleva un estilo de vida vegano.
De acuerdo con una columna del rotativo The New York Post, a la que la preocupada madre escribió, destacó que su vecina decidió no tratar el problema de infestación de piojos de su hija, por su estilo de vida vegano, y quienes practican el veganismo no dañan seres vivos.
“Ella me dijo que estaba en la práctica de peinar los piojos y las liendres en el jardín donde tenían la mejor oportunidad de sobrevivir, y mi mandíbula golpeó el suelo", señaló en la publicación.
Y a la pregunta del columnista sobre qué debería hacer, la madre de la niña no infestada dijo que su intención no era separar a las pequeñas, pero que con peinarlos en el jardín no sería suficiente, “y no quiero que mi hija esté cubierta de alimañas".
Sin embargo, el autor de la columna periodística respondió que la vegana era una tonta santurrona, un monstruo que estaba condenando a las liendres a una muerte dolorosa, ya que no sobrevivirían en el jardín.
Por otra parte, aconsejó a la madre preocupada que tomara cartas en el asunto y que organizara el juego de los peluqueros y que ella misma eliminara los piojos y sus huevecillos, so pena de molestar a la mujer vegana, pero que valdría la pena.