Durante mucho tiempo, se creyó que los insectos no podrían sentir dolor debido a la diferencia en su sistema nervioso con el de los vertebrados. Esta idea excluyó a los insectos de las discusiones sobre ética y bienestar animal.
Sin embargo, un reciente estudio ha puesto en duda esa creencia, presentando evidencias de que algunos insectos pueden experimentar dolor, hambre y miedo.
En 2021, el gobierno británico aprobó una ley que protegía a los vertebrados, pero excluía a los invertebrados, que constituyen el 99 por ciento de los animales. Este hecho provocó una protesta dentro de la comunidad científica, que instó a una revisión más profunda sobre la sintiencia en animales no vertebrados.
Jonathan Birch, filósofo de la London School of Economics, lideró una investigación para evaluar si ciertos animales, como pulpos, calamares y crustáceos, pueden sentir dolor. Su investigación convenció a las autoridades de que estos animales deberían ser considerados sintientes.
Sin embargo, los insectos, que representan aproximadamente el 40 por ciento de las especies animales en el planeta, fueron excluidos de la ley.
ESTO DICE LA CIENCIA
Un artículo publicado en Advances in Insect Physiology en 2023 revela pruebas sorprendentes de que insectos como moscas, mosquitos, cucarachas y termitas pueden sentir dolor.
Estas especies cumplen con seis de los ocho criterios establecidos en el Acta de Sintiencia.
Insectos como las abejas y mariposas también muestran indicios de capacidad para sentir dolor, cumpliendo con varios de estos criterios.
La profesora Angélica Mendoza Estrada, bióloga de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala, opina que aunque la evidencia científica es importante, no es necesario esperar a una prueba definitiva para empezar a proteger a los insectos. "El simple hecho de que los insectos nos provean de tantas funciones ecológicas esenciales debería ser suficiente para que los tratemos con respeto", comenta.
LLAMADO A PROTEGERLOS
La divulgación del conocimiento sobre los insectos desde temprana edad es clave, ya que estos animales desempeñan roles cruciales en los ecosistemas, como la polinización de las abejas, que beneficia a los cultivos y productos como la miel.
Aunque en ocasiones los insectos puedan convertirse en plagas, muchas veces esto se debe a la falta de higiene en los hogares. Tomar medidas preventivas, como mantener los alimentos cubiertos y las coladeras tapadas, puede evitar infestaciones.
Es importante recordar que los insectos también nos ofrecen beneficios cruciales, como en la investigación forense y la descomposición de materia orgánica. "Si los insectos desaparecieran, nosotros también desapareceríamos", concluye Mendoza Estrada, subrayando la importancia vital de estos pequeños seres en nuestro mundo.
