No hay imagen más clásica de Halloween que una calabaza iluminada con una sonrisa macabra en una ventana o en un porche. Sin embargo, detrás de esta alegre tradición otoñal se esconde una historia mucho más antigua y sombría, que mezcla mitos celtas, leyendas irlandesas y la creatividad de los primeros inmigrantes en Estados Unidos.
¿CUÁL ES EL ORIGEN DE LAS CALABAZAS TALLADAS?

El origen de las calabazas talladas, conocidas en inglés como jack-o´-lanterns, se remonta a los antiguos rituales celtas del norte de Europa, particularmente a la celebración de Samhain, el festival que marcaba el fin de la cosecha y el inicio del invierno.
En la víspera del 31 de octubre, los celtas creían que los espíritus de los muertos volvían al mundo de los vivos, por lo que tallaban rostros aterradores en nabos, papas o remolachas para ahuyentar a las almas inquietas.
Además, las linternas de metal eran costosas, por lo que vaciar estos tubérculos y colocar brasas dentro resultaba una solución práctica y simbólica.
Con el paso del tiempo, esta costumbre se mezcló con leyendas populares irlandesas, especialmente la del infame Stingy Jack, un herrero que engañó al diablo y fue condenado a vagar por la eternidad con una brasa dentro de un nabo.
De ahí nació el término Jack of the Lantern o jack-o´-lantern, que más tarde inspiró las linternas talladas del Halloween moderno.
¿CÓMO SE CONVIRTIERON LAS CALABAZAS EN REPRESENTACIÓN DE HALLOWEEN?

Cuando los inmigrantes irlandeses llegaron a Estados Unidos en el siglo XIX, descubrieron que las calabazas, abundantes y fáciles de tallar, eran perfectas para continuar con la tradición.
Desde entonces, las calabazas reemplazaron a los tubérculos y se convirtieron en el símbolo por excelencia del Halloween estadounidense.
Hoy, Illinois, California, Ohio, Pensilvania y Nueva York son los principales productores de calabazas en Estados Unidos, y sus comunidades celebran cada octubre festivales y concursos dedicados a estas curiosas linternas.
LEYENDAS QUE IMPULSARON LA RELACIÓN DE LAS CALABAZAS CON HALLOWEEN

El escritor Nathaniel Hawthorne hizo referencia a una en su cuento de 1835, The Great Carbuncle (El gran carbunco), y volvió a hacerlo en 1852 con Feathertop, sobre un espantapájaros con una cabeza de calabaza tallada.
Según Cindy Ott, autora de Pumpkin: The Curious History of an American Icon (Calabaza: la curiosa historia de un icono estadounidense), la primera imagen de una calabaza de Halloween probablemente apareció en un número de 1867 de Harper's Weekly.

La leyenda de Sleepy Hollow, de Washington Irving, publicada por primera vez en 1820 y reeditada en 1858, impulsó la calabaza en la cultura estadounidense como nunca antes.
En el clímax del cuento, el jinete sin cabeza lanza una calabaza sin tallar a Ichabod Crane, a quien nunca más se vuelve a ver.
Sin embargo, la mayoría de las imágenes del aterrador villano lo retratan sosteniendo una calabaza de Halloween encendida, lo que contribuyó a que la historia se convirtiera en una de las favoritas de Halloween.
Lejos de su oscuro origen, las calabazas de Halloween ahora simbolizan la unión vecinal, la creatividad y el espíritu festivo.
Así que, la próxima vez que veas una calabaza sonriente iluminando una noche de Halloween, recuerda que esa pequeña luz es heredera de siglos de historia, miedo y mitología que cruzaron océanos para convertirse en una tradición que hoy ilumina el otoño en todo el mundo.






