Terry Cole, director de la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA), celebró la histórica declaración de culpabilidad de Ismael "El Mayo" Zambada en una corte federal de Nueva York, asegurando que este caso demuestra nuevamente que "nadie está fuera del alcance de la justicia estadounidense".
Durante una conferencia de prensa junto a fiscales federales, Cole subrayó que el procesamiento de Zambada, uno de los líderes históricos del Cártel de Sinaloa, sigue el mismo modelo que permitió capturar y condenar a figuras como Joaquín "El Chapo" Guzmán, Genaro García Luna y Rafael Caro Quintero.
"Este no es solo otro acuerdo de culpabilidad. Es el colapso de un mito: que los líderes de los cárteles están fuera del alcance de la justicia. Hoy probamos una vez más: nadie está fuera de nuestro alcance", afirmó.
Cole recordó los estragos que el Cártel de Sinaloa ha provocado en comunidades estadounidenses, especialmente a través del tráfico de fentanilo, y vinculó directamente a Zambada con estas tragedias.
"He visto de primera mano a las familias que han perdido hijos e hijas por el fentanilo distribuido por Sinaloa. Su declaración de culpabilidad es un reconocimiento de esas vidas robadas por su imperio", agregó.
UNA INVESTIGACIÓN GLOBAL, LADRILLO POR LADRILLO
El director de la DEA explicó que el caso contra "El Mayo" se construyó "ladrillo por ladrillo" a lo largo de años, gracias a una operación internacional coordinada desde 2020, con la participación de agentes en Bogotá, Madrid y Washington, además del FBI, HSI y fiscales federales.
"Cada entrevista, cada intervención telefónica, cada noche de insomnio fue por justicia. Por las víctimas del Cártel de Sinaloa, como Juan Carlos García, asesinado en 2015", señaló.
Cole enfatizó que la estrategia actual de la DEA no se limita a interceptar drogas, sino a desmantelar las organizaciones desde la cúspide: atacando a quienes toman decisiones, manejan las finanzas y ordenan asesinatos.

UN MENSAJE A LOS CÁRTELES
La DEA insistió en que esta victoria judicial es más que un logro simbólico. Para las autoridades estadounidenses, cada declaración de culpabilidad representa un paso en la lucha contra el narcotráfico global y el tráfico de drogas sintéticas.
"Cada culpabilidad es un conducto menos de veneno hacia nuestros vecindarios. La DEA no se detendrá. Iremos tras los jefes, uno por uno", concluyó Cole.
Con esta sentencia, las autoridades estadounidenses buscan reforzar su mensaje: ningún líder criminal, por poderoso o legendario que parezca, está fuera del alcance de la justicia internacional.