La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó la implementación de un impuesto del 3.5 por ciento sobre las remesas enviadas desde ese país, como parte del paquete presupuestal que entrará en vigor el próximo año fiscal.
La propuesta fue turnada al Senado, que tiene como fecha límite el 30 de septiembre para dar su veredicto.
Joan Domene, economista senior de Oxford Economics, advirtió que, aunque la medida afectará el flujo de remesas hacia países receptores como México, el impacto no será proporcional a la tasa impuesta.
"Seguramente los emisores encontrarán canales alternos de envío que no pasen por regulaciones", señaló.
Por su parte, Carlos Serrano, economista jefe de BBVA México, consideró que muchos migrantes podrían absorber el nuevo gravamen sin que sus familias vean reducida la cantidad de dinero que reciben en sus países de origen.
SHEINBAUM OPINA SOBRE ESTE NUEVO IMPUESTO A REMESAS
La presidenta Claudia Sheinbaum calificó como "bueno" que el Congreso estadounidense redujera el impuesto propuesto de 5 a 3.5 por ciento, luego de que el Senado mexicano enviara una comitiva a Washington D.C. para abogar en contra de la medida. Desde Palacio Nacional, Sheinbaum reiteró que se continuará el diálogo con senadores republicanos y demócratas.
"Recuerden que esta reducción no solamente es importante para México; hay países de Centroamérica donde las remesas representan el 20% del PIB. En nuestro caso es alrededor del 3%, y es importante para todos los países. México ha estado activo, hablando con congresistas, con organizaciones en Estados Unidos y los paisanos también han hecho su parte", afirmó.
Asimismo, la mandataria subrayó que México seguirá trabajando para evitar que este impuesto prospere, especialmente en virtud de acuerdos bilaterales que prohíben la doble tributación. Por ello, continuará en diálogo con el presidente Donald Trump para mantener una mejor relación entre ambos países.