¿Conocías la historia de Grape-kun? El pingüino que se enamoró de un personaje de anime
La conmovedora historia de este animalito tocó el corazón de muchos a través del internet y de las personas fanáticas de esta cultura
Grape Kun Fuentes: Redes socialesGrape-kun, un pingüino que residía en el zoológico Tobu de Miyashiro, en Japón, mantuvo una historia inusual hasta el final de su vida.
¿CUÁL ES LA HISTORIA DE GRAPE-KUN?
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La pareja de Grape-kun, Midori, lo abandonó por un pingüino considerablemente más joven, lo que provocó que Grape-kun empezara a distanciarse y a dedicar menos tiempo al grupo.
Sin embargo, donde parecía ser el final, Grapé encontró a su verdadero amor, dado que después de este suceso apareció Hululu, un personaje de cartón extraído de la serie animada Kemono Friends, cuya figura se asemeja a la de un pingüino.
Grape halló consuelo en Hululu y dedicaba horas enteras únicamente para admirarla detenidamente. En realidad, su humor incluso se alteró cuando los encargados del zoológico retiraron la figura de cartón por un corto lapso de tiempo; Sin embargo, por fortuna, la recuperaron y, a pesar de que resulta complicado determinar la intensidad de las emociones de Grape, su conducta indicaba que estaba enamorado de Hululu.
Grape extendía sus alas y apuntaba con el pico hacia arriba, una actitud de atracción entre los pingüinos que evidencia su deseo de elevar la relación al próximo nivel.
UN AMOR PARA TODA LA ETERNIDAD
Su amor era tan intenso que, incluso cuando el pingüino se enfermó, los cuidadores le permitieron quedarse con Hululu hasta el día de su fallecimiento.
En su memoria, el creador del anime posteriormente elaboró una nueva ilustración que en este momento presenta a Hululu junto al pingüino.
COMO IMPACTO EN LA COMUNIDAD DEL ANIME
Luego de que la comunidad de fanáticos del anime supiera de la historia de este enigmático animalito, todos se vieron conmovidos e inspirados por el suceso, resultando en muchos "fan arts" de Grape Kun junto a su amada, incluso en el día en que toda la comunidad tuvo que dejar ir al pequeño pingüino enamorado.
