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31 de diciembre: ¿Por qué se le llama Nochevieja?

Algunas personas identifican esta fecha como la víspera de Año Nuevo y esta celebración tiene raíces profundas en antiguas civilizaciones

31 de diciembre: ¿Por qué se le llama Nochevieja?Foto: Canva

Cada fin de año, millones de personas alrededor del mundo celebran la llegada del Año Nuevo con fiestas, fuegos artificiales y tradiciones ancestrales. Pero, ¿por qué llamamos "Nochevieja" a la última noche del año? La respuesta se encuentra en la historia de nuestros calendarios y en la simbología que hemos atribuido a esta fecha.  

EL ORIGEN DE LA CELEBRACIÓN DEL AÑO NUEVO

La celebración del Año Nuevo tiene raíces profundas en antiguas civilizaciones. Los romanos, por ejemplo, celebraban el Año Nuevo el 1 de marzo en honor a Marte, el dios de la guerra. Sin embargo, con la adopción del calendario juliano (impulsado por Julio César), esta fecha se trasladó al 1 de enero, coincidiendo con la dedicación del templo de Jano, el dios de las puertas y los comienzos, símbolo perfecto para marcar el inicio de un nuevo ciclo.

¿POR QUÉ SE LLAMA "NOCHEVIEJA"?

El término "Nochevieja" es bastante intuitivo: se refiere a la última noche del "año viejo", es decir, del año que está a punto de terminar. Es una forma poética de marcar el fin de un ciclo y la transición hacia uno nuevo. La palabra "vieja" simboliza todo lo que dejamos atrás: logros, fracasos, experiencias, emociones.

A lo largo de los siglos, la Nochevieja se ha convertido en un momento de reflexión y renovación. Es una oportunidad para hacer balance del año que termina, despedirnos de lo que no nos ha servido y establecer nuevos propósitos para el futuro.

RITUALES DE AÑO NUEVO ALREDEDOR DEL MUNDO

Aunque la denominación "Nochevieja" es común en muchos países de habla hispana, las tradiciones asociadas a esta celebración varían enormemente.

Desde las 12 uvas de la suerte en España hasta los fuegos artificiales en China, cada cultura tiene sus propias costumbres para recibir el Año Nuevo. Sin embargo, todas ellas comparten un elemento en común: la esperanza de un futuro mejor y la ilusión de un nuevo comienzo.