La Plaza de San Pedro se convirtió en escenario de un histórico encuentro musical y espiritual con la tercera edición del Encuentro Mundial sobre la Fraternidad Humana, clausurado este sábado con el concierto Grace for the World (Gracia para el mundo).
Ante miles de asistentes y bajo un despliegue visual de drones que iluminaron la Basílica con imágenes del Papa Francisco, la Virgen María y la paloma de la paz, resonaron voces de talla internacional como Pharrell Williams, John Legend, Jennifer Hudson, Karol G y Andrea Bocelli.
ANDREA BOCELLI, LA VOZ DE LA ESPIRITUALIDAD
El tenor italiano fue uno de los momentos más esperados de la velada. Tras aparecer en escena, interpretó con solemnidad Domine Iesus, arrancando una ovación generalizada.
Bocelli tomó un instante para agradecer al Vaticano por acoger este encuentro y expresó la importancia de unir la música con la fe en un mensaje de paz.
Poco después, sorprendió al público al compartir el escenario con Karol G, con quien cantó el tema Vivo por ella, un dueto que unió dos generaciones y géneros musicales en un emotivo momento.

DIVERSIDAD MUSICAL Y MENSAJES DE PAZ
El programa musical inició con Amazing Grace, interpretada por Bocelli y el estadounidense Teddy Swims, y continuó con un mosaico de géneros y estilos.
La colombiana Karol G aportó su sello personal con Mientras me curo del cora, mientras que Angélique Kidjo rindió homenaje a Celia Cruz al entonar La vida es un carnaval en español. También participaron figuras como el tailandés BamBam, Jelly Roll y los italianos de Il Volo, quienes ofrecieron Magnificat.
El mensaje central de la noche fue el llamado a la paz y la fraternidad. El cardenal Mauro Gambetti, presidente de la Fundación Fratelli Tutti, recordó el compromiso de "elegir el bien, promover la dignidad y ser constructores de paz".
Voces invitadas como Graça Machel Mandela y Nadia Murad, Nobel de la Paz, reflexionaron sobre los conflictos actuales en Palestina, Ucrania, Sudán y otros territorios golpeados por la violencia.
Pharrell Williams, por su parte, animó a los asistentes a irradiar "luz y gracia" en un mundo dividido, y cerró su participación con su icónico tema Happy. Finalmente, el coro Voices of Fire despidió la noche con una explosión coral que simbolizó el espíritu de unidad del encuentro.
Con este concierto, el Vaticano no solo celebró la fraternidad humana, sino también el cumpleaños número 70 del Papa León XIV, recordando que la música es un puente que puede derribar fronteras y sembrar esperanza.
En medio de todos los momentos memorables, la voz de Andrea Bocelli, elevada en oración y en canto, quedó como uno de los instantes más significativos de una velada que buscó reafirmar que la paz es posible.
