La situación de Tylor Chase, exactor de Nickelodeon, continúa generando preocupación y debate en redes sociales, luego de que volviera a circular un video donde se le observa en condiciones deterioradas mientras deambula por las calles de California.
Las imágenes, que rápidamente se viralizaron, reavivaron la inquietud de miles de usuarios que desde hace meses siguen de cerca el caso del exestrella infantil, actualmente en situación de calle y con aparentes problemas de consumo de sustancias.
EXACTOR DE NICKELODEON RECHAZA LA AYUDA PESE A VIVIR EN SITUACIÓN DE CALLE
Desde hace algún tiempo, Chase ha sido captado viviendo sin un hogar fijo, una realidad que contrasta con la fama que alcanzó en su adolescencia y que ha llevado a numerosos internautas a exigir la intervención de las autoridades y de instituciones de apoyo social. Sin embargo, nueva información difundida recientemente ha cambiado el enfoque del caso.
De acuerdo con declaraciones del departamento de policía local, es el propio Tylor Chase quien ha decidido no aceptar la ayuda que se le ha ofrecido en repetidas ocasiones. Ryan Railsback, oficial de información, explicó al portal TMZ que los agentes conocen bien al exactor y que incluso una división especializada en atender a personas en condiciones vulnerables ha intentado apoyarlo con servicios de salud mental, tratamiento contra las adicciones y refugio temporal.
“En última instancia, es él quien decide si recibe alojamiento o tratamiento”, señaló Railsback, subrayando que, pese a los esfuerzos institucionales, Chase ha rechazado todas las alternativas propuestas. El funcionario también aclaró que el exactor no es buscado por ningún delito y que, durante los encuentros con la policía, siempre ha mantenido una actitud cordial y cooperativa.
Tylor Chase es recordado por su participación en la serie infantil “El manual de supervivencia escolar de Ned”, donde interpretó a Martin Qwerly, un estudiante obsesionado con ser el número uno de su clase. Hoy, su historia vuelve a ser noticia no por su carrera artística, sino por una compleja situación personal que pone sobre la mesa el debate sobre la salud mental, las adicciones y los límites de la intervención institucional cuando la ayuda es rechazada por quien la necesita.




