La intérprete de "Toxic", de 37 años, sufrió una fuerte crisis emocional luego de que su padre, Jamie Spears, padeció una ruptura del colon, a finales de 2018, que puso en riesgo su vida.
"No quiero que vuelva a trabajar hasta que esté lista física y mentalmente. También debe recuperar la pasión. Si eso no sucede nunca, entonces nunca volverá".
"No tengo deseos de obligarla a volver. Sólo estoy aquí para cuando ella quiere trabajar, y si alguna vez desea volver, aquí estaré para decirle si es una buena o mala idea", explicó el representante.
Rudolph mencionó que la actitud de Spears ha cambiado. El año pasado ella ensayaba de cara al show residente Britney: Domination en el Park MGM de Las Vegas. Llevaba muy avanzada la preproducción del mismo cuando, a principios de 2019, se vio obligada a suspenderlo, debido a la situación de su padre, y se optó por reembolsar el dinero a quienes lo solicitaran.
"Se decidió no seguir adelante con la residencia de Las Vegas", reveló Rudolph ayer, para terminar con especulaciones de cuándo podría dar inicio la temporada.
En abril, varios medios de EU publicaron que "La Princesa del Pop" llevaba un mes internada en un centro de salud mental. Después, sin confirmar esto, Spears compartió un mensaje para tranquilizar a sus admiradores.