En la primera fila estuvieron con los celebrantes sus queridos padres, así como los padrinos de velación de ambos contrayentes.
Durante la celebración eucarística, el presbítero les dedicó un bonito fervorín y destacó, principalmente, el amor, así como el respeto y la confianza en la pareja, ya que esto es fundamental en la unión del santo matrimonio.
Después de la misa, los recién casados y sus allegados compartieron una espléndida recepción con amistades y familiares, que se enmarcó en el Salón Kinta Terra.[envira-gallery id="35295"]