La vida de la cantante Britney Spears vuelve a estar en el centro del debate público en redes sociales, esta vez por los videos cada vez más inquietantes que comparte en su cuenta de Instagram.
Según reportó Daily Mail, la "Princesa del Pop", de 43 años, atraviesa un momento de gran inestabilidad emocional y personal, reflejado en su entorno doméstico y en su comportamiento frente a la cámara.
COMPORTAMIENTOS EXTRAÑOS Y UNA CASA SUCIA Y DESORDENADA

En las grabaciones, se observa a la cantante bailando y cantando con acento británico, luciendo shorts de cintura baja, una camiseta corta y botas altas negras.
Sin embargo, lo que más llamó la atención fue el desorden en su hogar: objetos tirados en el suelo, suciedad acumulada y comentarios de allegados que aseguran que incluso los desechos de sus perros permanecen sin limpiar.
Una fuente cercana explicó que este patrón no es nuevo. "Britney está teniendo un episodio ahora mismo, y vamos a ver cómo lo enfrenta como lo ha hecho durante años", señaló el informante, quien además expresó que, aunque el círculo íntimo la monitorea, no se prevé ninguna intervención.
Esto debido al temor a la reacción que podría tener la comunidad #FreeBritney, la cual suele rechazar cualquier tipo de intento de supervisión sobre la artista desde el fin de su tutela legal en 2021.
El ambiente en torno a Spears es de profunda preocupación. Familiares y amigos aseguran que "no está bien en absoluto" y que su conducta no corresponde al funcionamiento de un adulto independiente.
Pese a ello, la cantante insiste en que disfruta de su libertad y considera normal su estilo de vida, aunque en redes sociales sus seguidores manifiestan inquietud constante, incluso por el bienestar de sus mascotas.
EPISODIOS DE CRISIS Y DISTANCIAMIENTO CON SUS HIJOS
Este episodio revive viejas heridas. Britney ya había atravesado una crisis en 2007, cuando se rapó la cabeza, y en 2008 fue ingresada en una clínica psiquiátrica, lo que derivó en la tutela legal de su padre por 13 años. Ahora, sin esa figura, el descontrol parece haberse intensificado.
El escenario se complica con su distante relación con sus hijos, Sean Preston y Jayden James, quienes residen con su padre Kevin Federline en Hawái y han declarado sentirse avergonzados por el comportamiento de su madre.
Entre videos bailando con cuchillos, anuncios confusos como la supuesta adopción de una niña llamada Lennon London Spears, y publicaciones ambiguas en redes sociales, Britney sigue despertando más preguntas que respuestas sobre su verdadero estado de salud mental.