Viven maestros injusticia laboral

Por: Eduardo Sánchez

En su intento por recuperar su media plaza federal, fue comunicado vía telefónica con el coordinador de los Cecati en Sonora, el cajemense Christyan Bojórquez, a quien se le recuerda por pintar bardas con su nombre para publicitar sus libros



Por: Michel Inzunza

Arropados por sus cargos ad­ministrativos, empleados de escuelas federales en Ca­jeme cometen atropellos laborales en contra de sus subordinados: falta de pago, despidos injus­tificados y el no otorgar plazas a resultados idó­neos, son algunos de los abusos que sufren algu­nos maestros.



Cursó la Licenciatura en Ingeniería Eléctrica en el Instituto Tecnológi­co de Sonora (Itson). En 2015, 2016 y 2017 partici­pó en el Concurso de Opo­sición y obtuvo resultado idóneo con la más alta calificación en el Estado; también cumplió con una certificación educativa de 300 horas y cuando fun­gió como docente fue cali­ficado con un alto nivel de desempeño.



Hoy se dedica a hacer instalaciones eléctricas en casas de amigos y, si bien le va, es llamado para trabajar en algu­na construcción local. El poco dinero que obtiene lo raciona en sus dos hijos.



En 2016, Félix Rodri­go Villegas Valenzuela, a través del Concurso de Oposición, obtuvo media plaza como maestro en la escuela federal Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios (Cbtis) 37.



Durante los primeros cuatro meses recibió su sueldo de manera normal, pero en 2017, el pago por su trabajo se interrumpió y al solicitar información, autoridades escolares le comentaron que, debido a procesos administrativos, el salario se había retra­sado.



Le explicaron que el problema era común, pero que a la brevedad su pago se regularizaría y que continuara impar­tiendo sus 20 horas de clase.



En un clima laboral aparentemente estable, Félix siguió con sus ta­reas y al concluir el ciclo escolar, en julio de 2018, su situación no se había regularizado.



Nuevamente, los direc­tivos comentaron que el entorno se arreglaría a la brevedad y Félix, con la esperanza de que el dine­ro llegaría en poco tiem­po, pensó en el problema como una oportunidad de ahorro.



Pero el encanto termi­nó cuando al inicio del nuevo ciclo escolar, en ju­lio de 2018, el ingreso al plantel del Cbtis 37 le fue negado.



La directora Oria­na Iridia Yam Pedroza, quien tantas veces le ase­guró que su paga sería entregada, ordenó que no fuera reconocida su hue­lla dactilar en el checador y así, sin ninguna otra explicación, fue vetado.



CORRUPCIÓN E INFLUYENTISMO SON INHERENTES

Casi dos años atrás, cuando todo marchaba bien, en marzo de 2017, el Centro de Capacita­ción para el Trabajo In­dustrial (Cecati) 94 lanzó una convocatoria para que maestros interesa­dos fueran seleccionados para cubrir un interinato de tres meses.



Como el horario se lo permitía, Félix participó en el Concurso de Opo­sición, del cual también salió ganador.



Luego de concluir su periodo como docente, y agradecido con las autori­dades, Félix fue despedi­do, pero en noviembre de 2018, nuevamente Cecati 94 lanzó la convocatoria y el maestro se mostró interesado.



Con la convicción de haber hecho un buen pa­pel como maestro, Félix hizo un pre-registro para concursar de nuevo en la plataforma nacional, sin que existiera ningún veto.



Sin embargo, el direc­tor Mario Álvarez Valen­zuela le escribió que no podía recibir sus docu­mentos para concursar, porque tenía una negati­va de seguimiento, la cual ellos mismos aplicaron, al parecer por dar prefe­rencia a un empleado de Recursos Humanos.



En busca de una res­puesta, Félix se dirigió con la directora del plan­tel, María Álvarez Valen­zuela, quien le informó que estaba vetado por la Dirección Nacional, lo cual resultaba contradic­torio.



Con dudas, solicitó se le hiciera entrega de sus evaluaciones como docen­te, a las cuales tiene de­recho, pero los resultados no se le proporcionaron.



En altavoz, el funcio­nario leyó un documen­to, del cual nunca se le entregó copia, en el quie supuestamente a Félix se le impide dar clases.



Tras el viacrucis de dos años, el secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Edu­cación (SNTE), Sección 28, Javier Duarte Flores, sugirió a Félix que enta­ble una demanda.



Al igual que el de este docente, Cbtis 37 tie­ne seis casos en los que se presentan atropellos como adeudos de sueldo, desconocimiento de cla­ves presupuestales y per­didas de “idoneidad”.



"Corrupción, influyen­tismo y los malos procedi­mientos administrativos son inherentes al fallido sistema educativo que se tiene, los cuales afectan a varios compañeros", ex­presó Félix.

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