buscar noticiasbuscar noticias
Ciudad Obregón

Tirolesa es de todos

Alcalde debe pedir ayuda a los ciudadanos porque sí cuesta controlar y mantener, pero alguna organización social puede hacerse cargo

Tirolesa es de todos

Que el alcalde de Cajeme desee retirar la tirolesa de la Laguna del Náinari, con argumentos de que no encaja con el entorno, no se usa o tiene fallas mecánicas, es como decir que el Parque Infantil y canchas deportivas tampoco encajan, opinó Heliodoro Montoya Navarro.

Arquitecto de profesión y dirigente de organizaciones sociales, dijo que esa construcción es un elemento recreativo de la ciudad, un patrimonio de todos los cajemenses y no de una persona en particular que llegó para gobernar por un tiempo determinado.

Estructuras como el estadio de beisbol o la Laguna del Náinari lo iniciaron personas que pensaron en todos y la tirolesa es una estructura más y no tiene beneficios quitarla porque se va a vender por kilos depreciados y no debe ser así, lo que piensa el Alcalde debe ser replanteado, opinó.

La parte sustantiva de los problemas de Cajeme estriba en la necesidad de crear oportunidades y no es a través de quitar cosas como se logran los beneficios, argumentó.

Se trata, dijo, de una estructura creada para mejorar la salud física y mental de los ciudadanos y no se debe quitar.

Se puede recurrir a los ingenieros para mejorar la parte estructural, propuso, pues en equipamiento urbano está la visión de los  arquitectos y la sociedad civil puede administrarla en su manejo y  ver qué beneficios pueden obtenerse y también para el cuidado de esa estructura.

imagen-cuerpo

“Entiendo las razones por las que muchas veces las personas deciden mejor abortar algo, pero eso lo único que demuestra es la incapacidad de enfrentar riesgos y problemas… tenemos que aprender a resolverlos y no tener miedo de enfrentarlos,  si no, vamos a quitar todo lo que emprendamos”, expuso.

En edificios y en estructuras elevadas, como el puente Golden Gate, la Torre Eiffel o el metro de la CDMX  han pasado cosas y situaciones no agradables, actos de gente que toma decisiones equivocadas, precisó, y no por esas razones se van a tumbar o quitar.

Sugirió que el alcalde debe pedir ayuda a los ciudadanos porque si cuesta controlar y mantener ese tipo de actividades, pero habrá alguna organización social que pueda hacerse cargo y los beneficios compartirlos en actividades altruistas que desarrollan otras ONG.

Se debe poner más cuidado a las personas, a todos los ciudadanos, porque cuando alguien se enferma como familia, amigo o ciudadano hay que tratar de atenderlo en la medida de lo posible y tomar advertencia de que hoy en día todos vive bajo mucha presión.