Reprochó que el Gobierno no resuelva su situación, la cual es crítica debido a los altos costos de la gasolina, la carga de impuestos y la competencia "desleal".
La operación de Uber en junio de 2017 y las nuevas empresas que han llegado después de ella, así como la que está por iniciar operaciones en los próximos meses, DiDi, mantienen inquietos a los taxistas convencionales.
"Queremos que se retiren o que paguen los mismos impuestos que nosotros pagamos, porque estamos registrados ante la Delegación del Transporte en Sonora. Pagamos a Hacienda, pagamos al Estado y también al Municipio", arremetió.
Por ello, han emprendido una serie de gestiones ante diputados locales y federales, buscando apoyo para el gremio.