Por: Eduardo Sánchez
Por: Oviel SosaEn lo más profundo de la Laguna del Náinari habita una especie que está generando estragos: el pez diablo.
Según estudios realizados por expertos en la materia, el pez “chupacristales” o “chupavidrios”, como también se conoce, lleva años internado en el lago; es nocturno y cava para habitar en pequeñas cuevas, por lo que no es fácil atraparlo o verlo.
Su presencia se detectó hace aproximadamente dos meses, cuando se arrojaron trampas para conocer la variedad de especies que pueblan la Lagunay determinar los trabajos que se van a realizar para combatir la suciedad y malos olores del lugar, informó Omar García López.
El director general de la Inmobiliaria de Cajeme indicó que se han sacado cerca de 300 peces, que puede almacenar mil huevecillos y aguantar con vida hasta 20 horas fuera del agua.
De acuerdo con autoridades locales, el pez diablo llegó al lago debido a que una persona lo arrojó, ya que es una especie que se comercializa en acuarios y se emplea para limpiar las peceras.
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) prohíbe su venta y establece el secado de agua en un cuerpo menor como un lago donde se detecte su presencia.
La especie es omnívoro; es decir, se alimenta de carne y plantas. Tampoco tiene escamas y su cuerpo está protegido por pequeñas placas que forman un caparazón.
De día permanece oculto y al caer el sol sale en busca de comida, por lo que poco a poco está acabando con bagre, carpa, lobina, trucha y tilapia, especies que viven en la llamada “Novia de Cajeme”.
García López indicó que, con base en estudios realizados, la opción más viable para erradicar el problema es secar el lago, solución que plantearon al alcalde Sergio Pablo Mariscal.
Habrá que secar la Laguna a través de un sistema de bombeo; posteriormente aplanar la tierra y tapar los huecos para dejar compacto el terreno.
Trabajos que se estiman queden terminados en tres semanas para después inyectar agua del Canal Bajo.