Por: Eduardo Sánchez
Las operaciones en las casas de empeño cayeron hasta en un 50 por ciento en relación con enero del año pasado y este comportamiento se atribuye a que se están pidiendo facturas en cada transacción.
“Durante enero estuve haciendo de cinco a siete operaciones diarias, mientras que enero del año pasado fácil teníamos 14 diarias, pero esto empezó desde que se tuvieron los operativos y se pidió factura al momento de que venían a empeñar”, expuso Juan Antonio Espinoza.
Este comportamiento se tuvo en diferentes casas prendarias de la localidad y no necesariamente porque los artículos fueran robados, sino porque el grueso de la población no tiene la cultura de pedir factura al momento de comprar artículos.
“Hay tiendas y supermercados que nomás dan el recibo y la garantía a los consumidores, porque para pedir factura es un proceso darse de alta en Hacienda; entonces, eso lo complica y no se tiene la cultura. Lo que no saben es que ahora es por ley que nosotros la pidamos y se van abajo los empeños”, explicó.
Las autoridades implementaron los operativos desde septiembre del año pasado para evitar que se prendaran artículos robados, por lo que las personas deben de presentar las facturas al momento de realizar una transacción en estos negocios.
