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Ciudad Obregón

La apiterapia, una alternativa de curación


En la búsqueda por encontrar la curación de ciertas enfermedades, existe una marcada tendencia a regresar a las terapias naturales y a la medicina alternativa como la apiterapia.


La apiterapia es una técnica en la que de forma controlada se utilizan las picaduras de las abejas para tratar una serie de condiciones, ya que el aguijón contiene alrededor de 40 componentes químicos biológicamente activos.

El apicultor de Cajeme, Marco Alejandro Quiñonez Paredes, integrante de la Asociación Mexicana de Apicultura, comentó que la práctica de esta técnica ha llegado a Cajeme y el objetivo es que se extienda a todo el Estado de Sonora.

“El apiterapeuta toma la abeja, con ayuda de pinzas especiales coloca el aguijón en la piel del paciente en el lugar a tratar, de esta forma disminuye el dolor más del cincuenta por ciento” agregó.

“El aguijón no es un veneno, ya que inyecta 40 componentes y actúa como un excelente elevador del sistema inmunológico”, explicó.

Esta técnica curativa natural tiene la ventaja de no presentar contraindicaciones, no daña ninguno de los órganos y algunas de las reacciones que podrían presentarse son similares a las que le ocurre a un niño cuando se vacuna.

La apiterapia se utiliza para ayudar a los sistemas como el aparato respiratorio, aparato cardiovascular sanguíneo, digestivo, así como afecciones neuropsíquicas.

El veneno de la abeja es 500 mil veces más potente que cualquier otro antibiótico conocido, ya que uno de sus componentes con actividad antiinflamatoria es 80 veces más potente como calmante del dolor, además dilata los vasos capilares y acelera e intensifica la circulación sanguínea, además de mejorar el metabolismo del sistema nervioso central y periférico.

El apicultor cajemense destacó que en la apiterapia también se utilizan otros productos como la miel y el polen ricos en ácidos naturales, minerales y proteínas, así como la jalea real que estimula el crecimiento y aumenta el nivel de cortisol en la sangre.

En el caso del propóleo tiene un gran poder antibacteriano, que además es antibiótico, antifúngico, antiinflamatorio, antiséptico y la cera tiene propiedades cicatrizantes y antiinflamatorias.

  • Específicamente se tratan males como adenoides, anginas, amigdalitis, faringitis, sinusitis, otitis, bronquitis, gripa, neumonía, del aparato respiratorio, hipertensión, anemias simples, aneurisma, hemorroides, así también, estreñimiento, colitis, diarrea, gastritis, pancreatitis y hepatitis, depresión, insomnio, migraña, contracturas musculares, problemas oftalmológicos como el cansancio ocular, glaucoma, conjuntivitis y enfermedades relacionadas con la piel