Ciudad Obregón

¡Felicidades, carteros!

La fecha fue instaurada por el presidente de México, Pascual Ortiz Rubio, en 1931 para reconocer este noble oficio

¡Felicidades, carteros!

Gustavo Arturo Torres Gaytán sale de su casa a las 5:45 de la mañana, en la colonia Fovissste. Recorre más de 3 kilómetros, en los que hace aproximadamente 15 minutos para llegar a Correos de México, en la equina de las calles Miguel Alemán y Zaragoza, en la colonia Centro.

Por 22 años ha efectuado esa rutina, tiempo en el que ha desempañado el oficio de cartero.

“Mi papá fue cartero y trabajó por 31 años, y yo quise serlo también para seguir con la tradición”, comentó con semblante amable.

Este 12 de noviembre se celebra en México el día del cartero, un trabajo que a pesar de la evolución que ha tendido la comunicación sigue prestando su servicio.

Gustavo forma parte de la plantilla que conforman 28 carteros que laboran en Correos de México en ciudad, Obregón.

“Los carteros entran a las 7 de la mañana y salen a las 3:30 de la tarde; de lunes a viernes, y los sábados es el mismo horario de entrada, pero la salida es a las 11 de la mañana”, informó Elizabeth Hernández Vázquez, jefa de carteros de Correos de México en Ciudad Obregón.

En el pasado, los carteros jugaban un papel fundamental, pues eran usados por la nobleza para llevar información y la milicia los utilizaba para saber cómo dirigir las tropas en relación al enemigo, hasta llegar al cartero convencional, enfocado en trasladar correspondencia, algo que no ha desaparecido, pero sí ha disminuido considerablemente.

“Seguimos llevando cartas, pero son pocas”, mencionó Gustavo.

En Cajeme la correspondencia que se traslada, en su mayoría en bicicleta, corresponde a personas que están pagando una condena en la cárcel, informaron.

“Cada dos semanas vamos al Cereso, porque recogemos cartas que los presos escriben a sus familiares, ya que es la manera de tener una comunicación con ellos”, compartió Elizabeth Hernández, quien tiene 28 años trabajando como empleada postal.

Añadió que en Navidad y Año Nuevo todavía existen personas que utilizan el correo para mandar alguna postal.

Gustavo dijo sentirse contento y satisfecho por la labor que ha desempeñado por más de dos décadas.

“Una vez llevé una carta y al dársela a la señora que la recibió, lloró porque era de su hermano que vive en Tijuana, quien mandaba la misiva dirigida a su hijo por su cumpleaños, pero el joven había fallecido días atrás”, compartió Gustavo como parte de las anécdotas que la ha tocado vivir al desempeñar el oficio.

Agregó que las cartas han disminuido de manera notoria, que son las personas mayores quienes conservan esa tradición de comunicación, pero manifestó que hoy en día su trabajo se concentra en llevar recibos de luz, estados de cuenta y paquetería.

A pesar de los cambios que ha sufrido el correo, no pierde las ganas de afrontar su jornada con entusiasmo, como lo hizo desde el primer día que se puso el uniforme de cartero. Y una vez que se sube a su bicicleta, toca el silbato en cada dirección que arriba para avisar que llegó correspondencia.

“Me gusta mi trabajo, lo difícil es en el calor, tienes que traer suero y también a veces tienes que estar lidiando con los perros”, expresó.

Es así como el oficio de cartero sigue vigente, a pesar de las nuevas formas de comunicación y la era digital que se vive en la actualidad, ya que desde un dispositivo móvil se puede enviar información.

Sin embargo, la figura del cartero sigue proyectando ese romanticismo que se asocia con las parejas que a través de cartas consumaban su amor.

Hoy en día su función se centra en otro tipo de contenido, pero continúan recorriendo las calles con singular alegría, algo que significa una estampa de un oficio ancestral que aún se conserva.