Fallece maestro yaqui Juan Silverio Jaime León

Justo en el día en que se honra a su profesión, el maestro Juan Silverio Jaime León dejó de existir ayer, alrededor de las 15:00 horas.

A la edad de 63 años, el profesor bilingüe y uno de los primeros directores de Educación Indígena en la región, aparentemente falleció a consecuencia de haber contraído el Covid-19.



Según se dio a conocer, el catedrático se desempeñaba como enlace de la Delegación de Bienestar con las diversas comunidades indígenas de Sonora y participó en Ia Fundación del primer Centro Integrador Indígena de los Servidores de la Nación.



Jaime León fue integrante de las negociaciones con los gobiernos federal y estatal en torno al Plan de Desarrollo Integral de la Tribu Yaqui en la época de los gobiernos de Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo Ponce de León.



Como el mismo relataba en un libro llamado "Testimonios de una mujer Yaqui", la historia de su abuela, creció en un ambiente muy tradicionalista.



"Yo aprendí a hablar español a los diez años. Yo fui creciendo monolingüe yaqui, hablaba nada más la lengua. Y la misma necesidad nos obligó a que yo fuera a la escuela... Pero en ese espacio de tiempo, de los diez años, yo crecí en un ambiente totalmente tradicional, donde nada más tenía acceso a la narrativa, a la historia de los abuelos. Lo que los abuelos nos contaban esa era la verdad, el mundo que me rodeaba. Entonces, ¿de qué nos impregnó en el momento en el que fuimos creciendo? En la historia vivida por ellos: deportaciones, de guerras... de muchas carencias, en los momentos en que se enfrentaban con el gobierno tenían que huir a diferentes partes.



En ese documento recordó que su bisabuela Refugio y su abuelo José León fue parte de los yaquis que en enero de 1900 aproximadamente fueron llevados por el Gobierno al Valle Nacional de Oaxaca como parte de las deportaciones indígenas hacia el sur del país.



Su abuela nació en Salamanca, Guanajuato, al huir su bisabuela del Valle Nacional y pronto junto con su hermano Juan salieron rumbo a Sonora e ingresaron por Álamos, se establecieron en Bácum y de ahí a Belem, aunque después volvieron a ser deportados y en un determinado tiempo regresan a Sonora.



Esos relatos los llevó al libro "Testimonios de una mujer Yaqui", por el cual fue reconocido, pero también como defensor de la educación bilingüe, en cuyas primeras acciones participó hasta concretar la edición de libros en lengua yaqui o cahíta.