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Ciudad Obregón

Del molino a la taza: Joven cajemense deleita paladares con su café artesanal

La emprendedora realiza un proceso de más de ocho horas para ofrecer a sus clientes un café recién tostado y con un sabor sin igual

Del molino a la taza: Joven cajemense deleita paladares con su café artesanal

A diferencia de grandes cadenas comerciales dedicadas a la venta de café en sus diversas presentaciones, la cajemense Cecilia Ruiz Flores, de 31 años de edad, comercializa ese producto, pero de manera artesanal.

Cecilia, quien es madre de un niño de 10 años y una adolescente de 12 años, sale a las calles a vender café en una "carretita", misma que por su diseño de estilo vintage, llama la atención de las personas.

Ruiz Flores comentó que terminando la venta de café americano, capuchino y helado, cuyo costo varía de los 25 pesos a los 75 pesos según el tamaño, llega a su casa para comenzar con la laboriosa tarea de tostar el grano con una mínima cantidad de azúcar.

"Aprendí de una amiga, su abuela tostaba café, se usaba mucho antes que en las casas cuando había café soluble, las abuelitas tostaban el café. Es café que nosotros tostamos 100 por ciento artesanal se tuesta la leña", platicó.

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Pero el proceso hecho a mano, no termina ahí, sino que, al llegar a su punto de mercado más fructífero, que es a espaldas del Palacio Municipal y de la Agencia Fiscal del Estado, comienza a moler el café, al momento de que un cliente le pide un vaso de la bebida, que para muchos es esencial para comenzar el día.

"Independientemente de las ganancias, que sí son importantes, pero a mí me da gusto que la gente pueda consumir productos que le hagan bien a su organismo y no contengan conservadores, aquí prácticamente las personas saben cómo preparo todo, tienen más confianza de lo que están consumiendo", destacó.

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Cecilia comentó que hasta el momento cuenta con clientela, por lo que seguirá ofreciendo ese café fresco a los ciudadanos que deseen consumir productos, cuyo procesamiento es artesanal.

Entre la producción y comercialización, invierte más de ocho horas de su tiempo para que los ciudadanos consuman un producto artesanal.