Como cada año, este viernes 12 de diciembre cientos de devotos de la guadalupana se dieron cita en el llamado cerrito de la virgen, situado en el kilómetro 206 de la carretera Ciudad Obregón-Navojoa para honrar, agradecer, pero, además, pedir alguna ayuda a la también llamada la morenita del Tepeyac.
Unos caminando, otros trotando, en carros y hasta en sillas de ruedas, los peregrinos fueron llegando desde temprana del viernes para subir la escalinata o bien quedarse al pie de esta, pero finalmente cumplir la manda ofrecida a la que es considerada la patrona de México.
Durante la noche del día 11 se llevó a cabo en el lugar la velación, en la que hubo todo tipo de vendimias, misas, colocación de veladoras y ofrendas florales por parte de quienes se dieron cita.
Y desde muy temprana hora, el viernes se pudo observar a grupos de personas caminado, unos desde a salida sur de Ciudad Obregón y otros provenientes de rumbos de Fundición, e incluso algunos desde puntos intermedios, dependiendo de su manda ofrecida por el favor recibido.
En el trayecto se pudo observar también distintas estaciones en las que se colocaron puestos de información y auxilio por parte de la Policía Municipal de Cajeme, la Guardia Nacional, así como Protección Civil municipal y estatal, para brindar apoyo a quien lo requiriera.
LOS PEREGRINOS
Lupita Alfaro, devota de la virgen, hizo saber que cada año ella acude al cerro, y aunque antes lo hacía caminando para agradecer por lo que considera un milagro, que es su vida. Desde hace cinco años que sufrió una fractura en una pierna, ahora llega en carro, pero sí sube las escalinatas y en esta ocasión, dijo, se hace acompañar de una amiga suya de Mexicali.
Esther María Hernández y Mireya Gastélum acuden también desde hace muchos años y van a pedir por la salud de sus respectivas familias y aunque esta vez no subieron, encendieron veladoras al pie del cerrito.
Luis Emilio Verdugo dijo ser originario de Bácum pero radica ahora en Ciudad Obregón; devoto de la morenita y católico; hizo saber que en desde 2007, cuando fue operado del corazón, acude cada año a dar gracias como lo prometió en esa ocasión.




