Ciudad Obregón

Cocoreños, transportes llenos de vida orgullosamente de Cajeme

Música, decoraciones peculiares y un ambiente sin igual los distingue

Cocoreños, transportes llenos de vida orgullosamente de Cajeme

Subirse a la unidad del transporte marcada con el número 26 que brinda el servicio del Pueblo de Cócorit a Ciudad Obregón, es adentrare a un ambiente impregnado con música y luces, que juntas, brindan un ambiente singular que distingue a los llamados “Cocoreños”.

Línea de camiones que se distingue del transporte urbano habitual, por su fisonomía llena de vida y color. 

Los “cocoreños” es un servicio de transporte del municipio de Cajeme con más de 50 años de antigüedad, por lo que en sus asientos han viajado miles de personas a lo largo de su historia.

TRADICIÓN FAMILIAR

Jaziel Melendrez representa la tercera generación de choferes de su familia, una dinastía que inicio su abuelo Enrique Melendrez.

“Mi hermano, cuñado y yo seguimos con la tradición”, comentó

Por 27 años Jaziel se ha desempeñado como chofer, algo que hace con gusto al representar ese oficio todo un estilo de vida.

“Empecé a manejar a los 12 años, mi abuelo me enseñó, es mi pasión, si volviera a nacer sería chofer otra vez”, compartió con una sonrisa  mientras maniobraba el volante de la unidad 26 bautizada con el nombre de “Melendrez”, en honor a su abuelo.

En sus más de 20 años al frente del volante ha vivido un sinfín de anécdotas, pero sin duda una que quedó grabada en su mente fue cuando se subió una pareja de novios que buscaban llegar a la iglesia, la muchacha con el vestido de novia y el novio con su traje acompañados de sus familiares, hecho que se compartió en redes sociales a través de una fotografía que se hizo viral.

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LLEVÓ A UNA NOVIA A SU BODA

“La novia se estaba tomando fotos en la Plaza de Cócorit, pasé por el lugar y me dijeron que si los subía, les dije que sí, a la novia, novio y familia (pues) un Uber no los quiso subir por que eran muchos y se les hacía tarde para llegar a misa”, recordó el hombre del volante.

Gracias al gesto amable y servicial que lo caracteriza, la novia y el novio llegaron a tiempo a la ceremonia religiosa en la colonia Villa Bonita y pudieron consumar su amor ante el altar.

CONTENTO CON SU OFICIO 

Con entusiasmo Jaciel afronta su jornada laboral, la cual inicia diariamente a las 4:50 de la mañana y concluye alrededor de las doce de la noche.

“Me gusta poner de todo tipo de música dependiendo el pasaje; si van estudiantes pongo reguetón, pero en las mañanas pongo pop y música "oldie", pero la música tradicional de los ´cocoreños´ es la de los Temerarios, Ana Gabriel, Los Yonic´s o Pequeño Norte, que es la que ponían los primeros choferes y es la música que se quedó”, mencionó.

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POR LA NOCHE SE TRANSFORMA

De noche, los camiones de Cócorit se llenan de color, en especial el que maneja Jaziel que prende un juego de luces que agrega a la unidad un toque de noche disco.

Al subirse las personas, pareciera que ingresan a una fiesta digna de un club nocturno, pues las luces en su interior llenan de colores brillantes la unidad, que, junto con la música alta permiten a quien lo aborda disfrutar de un viaje placentero haciendo corto el tiempo que pasan dentro. 

“Para mí el camión que conduzco no es una simple unidad, es mi compañero, lo cuido y lo arregló a mi gusto, es tener una conexión con él porque de aquí ha salido para darle estudio a mis hijos, me siento orgulloso de ser chofer”, manifestó. 

Con el servicio que otorgan las unidades “Cocoreñas”, no solo se satisface una necesidad real de transporte de pasajeros en esta ruta de Cajeme, sino que lo hacen otorgando un valor agregado que permite a las personas disfrutar de un servicio singular, donde se gestan infinidad de historias, vivencias y experiencias que trascienden generaciones, como es el caso de la unidad 26 de Jaziel Melendrez.

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