Cajeme y las huellas de las víctimas colaterales

El común popular dice que cuando una persona inocente muere en manos de criminales, estaba en el lugar y la hora equivocados.

Lamentablemente así le tocó a Aarón Francisco Carrillo Arreola, a quien balas de asesinos le arrebataron la vida cuando se encontraba trabajando, la tarde del pasado sábado en un enfrentamiento armado entre policías y delincuentes.

A quien muere de la forma como le ocurrió al joven Aarón, las autoridades responsables de la seguridad pública suelen llamarle “víctimas colaterales” y, en ese sentido, este 2021 se han registrado 3, todas de jóvenes.

El primero de ellos fue la muerte de Isaac Salomón, un joven recién egresado de su carrera profesional y ciclista reconocido entre la comunidad, que falleció al estar en medio de un fuego cruzado el 22 de abril, sobre las calles 6 de Abril y Coahuila.

Ahí aún permanece la bicicleta de Isaac Salomón, pintada de blanco y con flores, como monumento fiel de la impunidad.

Asimismo, el 29 de mayo Francisco T. S., alias “Frank”, también fue alcanzado por las balas también; tenía una discapacidad intelectual y jugaba basquetbol.

Su cuerpo quedó tendido en la cancha de la colonia Fovissste 3, cuando practicaba deporte y se registró una balacera.

Estos hechos han generado la indignación de la sociedad cajemense, que sigue exigiendo justicia para estas y las demás víctimas inocentes, a la vez que demanda transitar libre y tranquilamente por la calle.

Desde la tarde del sábado, el día del enfrentamiento, Aarón ha sido tendencia en redes sociales, pero esta vez por su lamentable deceso, donde cientos de personas han manifestado su irritación.

A manera de mantener la memoria, en los lugares de estos sangrientos hechos, las personas dejan veladoras y flores, como muestra de respeto y luto.