Por: Eduardo Sánchez
Un avance del 8% registra la cosecha de cártamo en el Valle del Mayo, donde se establecieron 24 mil 421 hectáreas durante el ciclo agrícola 2019-2020, informó Jesús Rubén Leyva Flores.Por: Fabián Pérez
El encargado de despacho del Distrito de Desarrollo Rural 149 Navojoa, aseguró que hasta el momento se han cosechado mil 912 hectáreas, con rendimientos de 2.6 toneladas por hectárea.
Este rendimiento, dijo, se considera como bueno, el cual irá disminuyendo a medida que se cosechen las siembras más tardías, mientras que el desarrollo del cultivo fue de regular a bueno, ya que se registró presencia de la enfermedad conocida como falsa cenicilla en un 40 por ciento de las variedades que son más susceptibles.
Recordó que el ciclo agrícola pasado no se presentó la enfermedad como problema, de tal forma que los productores tuvieron que realizar de 2 y hasta 3 aplicaciones de fungicidas para su control.
El funcionario de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, destacó que el precio pactado con la industria aceitera actualmente es de 410 dólares por tonelada, lo que representa un precio aproximado de 9 mil 300 pesos.
“El precio se considera bueno, tomando en cuenta el valor actual del dólar”, expresó.
Indicó que el ciclo agrícola pasado solo se establecieron en la Región del Mayo 8 mil 273 hectáreas.
“Este aumento en la siembra de cártamo se debió a la disminución del volumen de agua en la Presa Adolfo Ruiz Cortines en el ciclo agrícola 2019-2020”, explicó.
Comentó que el 80% del área establecida de cártamo corresponde a siembras como primer cultivo y el 20 por ciento restante a cártamos establecidos como segundo cultivo.
“A este segundo cultivo se le conoce también como cultivo de retaque, los cuales se establecen aprovechando la humedad existente después de un primer cultivo como frijol, maíz elotero u hortalizas”, manifestó.
Añadió que para el próximo ciclo agrícola 2020-201, si las lluvias de verano no son suficientes para la recuperación del volumen de la Presa Adolfo Ruiz Cortines o “Mocúzari”, continuaría siendo el cultivo alternativo más viable, por ser un cultivo de baja demanda de agua, además de ser un cultivo que requiere menor inversión por hectárea que el trigo.