La producción de lechuga en México creció 4.5 por ciento en 2020, al totalizar 539 mil toneladas de la hortaliza, superior a las 516 mil de un año previo, mientras que las exportaciones presentan una tendencia al alza.
Con base en datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) en 2017 se tuvo una producción de 481 mil toneladas, un año después aumentó a 486 mil y en 2019 alcanzó 516 mil toneladas, lo que representa una tasa de crecimiento media anual del 3.6 por ciento.
En México, las más producidas son la Romana y la Orejona, quienes en su conjunto aportan 98 por ciento de la cosecha nacional, aunque también se producen las variedades Baby leaf y Escarola.
El cultivo se produce en 21 estados del país. Al cierre del año agrícola 2020 Guanajuato fue la principal Entidad productora, con una participación de 27.3 por ciento; seguido de Zacatecas, con 17.8 por ciento, Aguascalientes con 14.8 por ciento y Puebla, con 14.2 por ciento.
La producción de lechuga en México permite que esta verdura se encuentre disponible durante todo el año, pero hay mayor disponibilidad de ella en dos periodos: de febrero a abril y de julio a agosto.
Gracias al trabajo de las y los productores mexicanos, nuestro país se colocó como el noveno productor de lechuga a nivel mundial, con una participación de 1.8 por ciento y una tasa media anual de crecimiento de 4.2 por ciento.
En promedio, las exportaciones mexicanas de esta hortaliza fueron de 200 mil toneladas, con una tasa media anual de crecimiento de 11.4 por ciento en el periodo 2015-2020, indicó la dependencia federal.
El principal destino de exportación mexicana de lechugas en el periodo 2015-2020, fue Estados Unidos, con una participación de 98 por ciento y una tasa media anual de crecimiento de 11.3 por ciento, seguido de Canadá.