¿Tu perro es tu reflejo? Esto dice la psicología sobre las actitudes compartidas entre mascota y dueño

Estudios muestran que en esta relación se comparten rasgos de personalidad y con el paso del tiempo, estos comportamientos suelen ser más evidentes

¿Tu perro es tu reflejo? Esto dice la psicología sobre las actitudes compartidas entre mascota y dueño

La idea de que los perros se parecen a sus dueños no es solo un chiste: la ciencia muestra que es real. Desde la famosa escena de 101 dálmatas, donde Pongo observa cómo cada perro se parece a su humano, hasta estudios recientes, los expertos han encontrado coincidencias físicas y de personalidad entre perros y dueños.

¿QUÉ DICE LA PSICOLOGÍA SOBRE LA RELACIÓN ENTRE PERROS Y AMOS?

Una de las razones es que los humanos solemos elegir mascotas que nos resultan familiares. Este fenómeno se llama “efecto de mera exposición”: nos atrae lo que conocemos.

Pasamos todo el día viéndonos al espejo, y cuando encontramos un perro que nos recuerda a nosotros mismos, ya sea por su mirada, sus orejas o su expresión, sentimos una conexión inmediata.

Según Art Markman, científico cognitivo de la Universidad de Texas, esa sensación de afinidad ocurre casi sin pensar, pero las similitudes no son solo físicas.

Estudios revisando a perros y dueños muestran que también comparten rasgos de personalidad, especialmente extroversión y nerviosismo, y que estas coincidencias aumentan con el tiempo.

Yana Bender, investigadora del Instituto Max Planck, explica que los dueños y sus perros se influyen mutuamente: regulan sus emociones, refuerzan comportamientos y aprenden juntos, de manera similar a una relación humana.

¿LOS PERROS ESTÁN MUY INFLUENCIADOS POR SU ENTORNO?

Borbála Turcsán, especialista en comportamiento canino, calcula que un tercio de la personalidad de un perro es genética, y los otros dos tercios provienen de su entorno, principalmente del dueño si están juntos desde cachorros.

Los canes ven a los humanos como figuras de apego, confían en ellos y los imitan, tal como un niño lo haría con sus padres. Este vínculo hace que los perros adopten muchas actitudes de sus dueños, no solo físicamente, sino también en su forma de comportarse.

Por eso, la elección de una mascota es más emocional que racional: buscamos compañía que nos refleje y nos haga sentir familiaridad y seguridad.

Los perros no solo se parecen a sus dueños por casualidad: nos eligen y nos imitan porque viven con nosotros, nos observan y comparten nuestro mundo emocional. La conexión es profunda y mutua, y esa afinidad es parte de lo que hace que los perros sean nuestros mejores amigos.

Marcela Islas
Marcela Islas

Egresada de Literaturas Hispánicas de la Universidad de Sonora, con experiencia en periodismo y turismo; pasión por la cultura, música y gastronomía.