¿Te mordió un perro? Así puedes evitar contraer una enfermedad
Hay bacterias que pueden entrar al cuerpo y que pudieran llegar a ser causantes de leve a grave
La rabia y otras enfermedades bacterianas pueden ser transmitidas por una mordedura de perro.Las mordeduras de perro, aunque comunes, pueden ser peligrosas si no se manejan adecuadamente. Si has sido mordido por un perro, es crucial seguir ciertas recomendaciones médicas para prevenir infecciones y complicaciones de salud.
Las mordeduras pueden introducir bacterias en el cuerpo, lo que podría derivar en infecciones graves o incluso enfermedades transmitidas por animales.
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PASOS PARA EVITAR INFECCIONES TRAS UNA MORDEDURA DE PERRO
- Limpieza inmediata: Lava la herida con abundante agua y jabón. Esto ayuda a eliminar la mayor cantidad posible de bacterias.
- Desinfección: Usa un antiséptico para prevenir infecciones adicionales.
- Aplica presión: Si la mordedura es profunda, aplica presión con una venda limpia para detener el sangrado.
- Visita al médico: Es fundamental consultar a un profesional de la salud, incluso si la mordedura parece menor, para evaluar la necesidad de tratamiento adicional, como antibióticos o vacunas.
- Vacunación contra la rabia: Si el perro es desconocido o no está vacunado, es necesario recibir la vacuna contra la rabia.
ENFERMEDADES ASOCIADAS CON LAS MORDEDURAS DE PERRO
Las mordeduras de perro pueden transmitir diversas enfermedades, entre ellas:
- Rabia: Una enfermedad viral grave que puede ser fatal si no se trata a tiempo.
- Infecciones bacterianas: Como la Pasteurella multocida, que puede causar infecciones en la piel y tejidos profundos.
- Tétanos: Aunque menos común, esta infección es posible si la herida entra en contacto con tierra o materiales contaminados.
- Enfermedades zoonóticas: Algunas mordeduras pueden transmitir enfermedades que afectan tanto a los animales como a los humanos.
No subestimes el riesgo de una mordedura de perro, aunque parezca leve. Es fundamental seguir los pasos adecuados de cuidado, buscar atención médica inmediata y estar al tanto de las posibles enfermedades asociadas. Mantener las vacunas de tu mascota al día también es crucial para reducir riesgos.
