¿Sientes más tristeza o cansancio en otoño? Esta es la explicación científica detrás del bajón emocional

Algunas personas suelen sentir que su estado de ánimo decae con el cambio de estación, lo cual ha sido estudiado y reconocido por la ciencia

¿Sientes más tristeza o cansancio en otoño? Esta es la explicación científica detrás del bajón emocional

La llegada del otoño trae consigo paisajes de tonos dorados, el aroma de las bebidas calientes y una atmósfera acogedora que invita a quedarse en casa. Aunque, para muchas personas, esta estación también marca el inicio de un periodo de tristeza, cansancio y desmotivación difícil de explicar.

TRASTORNO AFECTIVO ESTACIONAL (TAE) Y SUS SÍNTOMAS

No es simple melancolía otoñal: la ciencia lo reconoce como Trastorno Afectivo Estacional (TAE), una forma de depresión directamente relacionada con los cambios de estación, especialmente con la disminución de la luz solar.

Este trastorno afecta el estado de ánimo de manera cíclica. Con la reducción de horas de luz, el reloj biológico interno o ritmo circadiano se desajusta, alterando funciones básicas como el sueño, el apetito y la energía.

La falta de exposición solar provoca una caída en los niveles de serotonina, neurotransmisor asociado con la felicidad y la estabilidad emocional, lo que puede generar apatía, irritabilidad y tristeza persistente.

Al mismo tiempo, la oscuridad estimula una mayor producción de melatonina, hormona que regula el sueño, haciendo que las personas con TAE se sientan somnolientas y con fatiga constante.

Entre los síntomas más comunes destacan los siguientes:

  • Pérdida de interés en actividades cotidianas
  • Aislamiento social
  • Aumento del apetito (especialmente por carbohidratos)
  • Dificultad para concentrarse
  • Sensación de pesadez física o emocional

¿CÓMO SE DIAGNOSTICA EL TAE Y CÓMO SOBRELLEVARLO?

Para que un especialista confirme el diagnóstico, estos episodios deben repetirse durante al menos dos años consecutivos, coincidiendo con las mismas estaciones.

Los factores de riesgo incluyen vivir en regiones con inviernos largos o poca luz solar, tener antecedentes familiares de depresión y ser mujer, ya que las estadísticas muestran una mayor incidencia en el género femenino.

A pesar de su impacto, el Trastorno Afectivo Estacional es tratable. La exposición diaria a la luz natural es clave: salir a caminar al mediodía, mantener espacios luminosos y practicar ejercicio ayuda a equilibrar la química cerebral.

En casos más severos, la fototerapia (uso de lámparas que simulan la luz solar) ha demostrado ser un tratamiento eficaz. Además, mantener rutinas saludables, una alimentación equilibrada y acudir a terapia psicológica puede marcar la diferencia entre un otoño gris y uno con bienestar emocional.

Si notas que cada otoño tu ánimo decae, no lo ignores ni lo tomes como una simple "tristeza pasajera". Escuchar las señales de tu cuerpo y buscar apoyo profesional puede ayudarte a recuperar el equilibrio.

Comprender que este cambio emocional tiene una base biológica y que existen herramientas para afrontarlo es el primer paso para atravesar la estación con más calma, energía y claridad mental. El otoño puede ser una etapa de introspección y cuidado personal, no necesariamente de oscuridad interior.

Marcela Islas
Marcela Islas

Egresada de Literaturas Hispánicas de la Universidad de Sonora, con experiencia en periodismo y turismo; pasión por la cultura, música y gastronomía.