Santoral de hoy, 23 de septiembre: San Pío de Pietrelcina, el santo de los estigmas y la caridad

Famoso por recibir los estigmas de Cristo y vivir en oración, sacrificio y servicio a los más necesitados con humildad y entrega total

Santoral de hoy, 23 de septiembre: San Pío de Pietrelcina, el santo de los estigmas y la caridad

Cada 23 de septiembre, el santoral de la Iglesia Católica conmemora a San Pío de Pietrelcina, más conocido como el Padre Pío, uno de los santos más venerados del siglo XX, famoso por recibir los estigmas de Cristo y por su profunda vida de oración, sacrificio y servicio a los más necesitados.

Nacido en 1887 en Pietrelcina, Italia, San Pío fue un fraile capuchino que dedicó su vida a Dios desde temprana edad. A los cinco años tuvo su primera experiencia mística al ver a Cristo como el Sagrado Corazón de Jesús, hecho que marcó el inicio de una intensa vida espiritual. A los 15 años ingresó al convento franciscano de Morcone, donde comenzó su formación religiosa, entre visiones y combates espirituales, según relató más adelante.

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EL SANTO ESTIGMATIZADO

Uno de los acontecimientos más impactantes de su vida ocurrió el 20 de septiembre de 1918, cuando recibió los estigmas de Cristo mientras hacía su oración después de celebrar la Misa. Según sus propias palabras, Cristo se le apareció cubierto de sangre y, de su cuerpo llagado, salieron rayos de luz que lo hirieron en las manos, pies y costado.

"Me encontré en el suelo y llagado. Las manos, los pies y el costado me sangraban y me dolían... Me sentía morir, y hubiera muerto si el Señor no me hubiera sostenido el corazón", escribió el santo.

A pesar de este hecho extraordinario, el Padre Pío nunca buscó fama ni protagonismo. Su vida fue un testimonio de humildad, penitencia y entrega total a Dios.

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UN CONFESOR ÚNICO

El Padre Pío también fue conocido por su capacidad espiritual de leer las almas. Muchos fieles que se confesaban con él afirmaban que el santo conocía detalles ocultos de sus vidas, lo que los llevó a una conversión profunda y sincera. Aunque algunos lo consideraban severo, miles de peregrinos volvían a él una y otra vez, atraídos por la misericordia que irradiaba en el sacramento de la reconciliación.

Uno de esos fieles fue San Juan Pablo II, quien en su juventud se confesó con el Padre Pío y recibió de él una profecía: que algún día sería Papa. Décadas más tarde, como Pontífice, el mismo Juan Pablo II lo canonizó el 16 de junio de 2002, reconociéndolo como un "generoso dispensador de la gracia divina".

SU LEGADO: ORACIÓN Y CARIDAD

El Padre Pío falleció el 23 de septiembre de 1968, pronunciando con sus últimos alientos las palabras: "¡Jesús, María!". Su legado permanece vivo en millones de fieles alrededor del mundo que siguen su ejemplo de oración constante, humildad, servicio al prójimo y amor total a Dios.