Santoral de hoy, 1 de noviembre: La Iglesia celebra la Solemnidad de Todos los Santos

Este día se honra a quienes alcanzaron la santidad y comparten la gloria de Cristo: santos reconocidos y fieles anónimos que vivieron con fe y amor

Santoral de hoy, 1 de noviembre: La Iglesia celebra la Solemnidad de Todos los Santos

Cada 1 de noviembre, la Iglesia Católica conmemora la Solemnidad de Todos los Santos, una de las celebraciones más importantes del calendario litúrgico. En este día, se honra a todos aquellos que alcanzaron la santidad y comparten la gloria eterna de Cristo, tanto los santos reconocidos oficialmente como los innumerables fieles anónimos que vivieron con fe, esperanza y caridad.

Durante esta jornada, la Iglesia se viste de blanco como símbolo de alegría y pureza, en signo de la victoria de Cristo sobre la muerte. La comunidad creyente recuerda que todos los cristianos están llamados a la santidad, según el ejemplo de quienes ya recorrieron el camino hacia Dios.

UN LLAMADO UNIVERSAL A LA SANTIDAD

En su homilía del año 1980 para esta solemnidad, San Juan Pablo II recordaba que “estamos inmersos con el espíritu entre una muchedumbre innumerable de santos, desde el justo Abel hasta aquel que quizá está muriendo en este momento en alguna parte del mundo”. Con estas palabras, el pontífice destacó la universalidad de la llamada a la santidad y el gozo de pertenecer a una Iglesia viva, fortalecida por el testimonio de quienes perseveraron en el amor de Dios.

De igual forma, el Papa Francisco ha exhortado a los fieles a no temer a la santidad. En la celebración de 2013 señaló: “Dios te dice: no tengas miedo de la santidad, no tengas miedo de apuntar alto, de dejarte amar y purificar por Dios. Dejémonos contagiar por la santidad de Dios”.

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ORÍGENES DE LA SOLEMNIDAD

La conmemoración de Todos los Santos tiene sus raíces en el siglo IV, cuando la Iglesia instituyó una jornada común para honrar a todos los mártires, ante la imposibilidad de dedicarles un día individual en el calendario.

En el año 610, el Papa Bonifacio IV consagró el antiguo Panteón romano al culto cristiano bajo la advocación de Santa María y de todos los mártires, fijando la celebración el 13 de mayo. Posteriormente, en el siglo IX, el Papa Gregorio IV trasladó la fiesta al 1 de noviembre, probablemente con la intención de cristianizar las festividades paganas del “Samhain” o año nuevo celta.

UNA CELEBRACIÓN DE ESPERANZA

El Concilio Vaticano II, en la constitución Lumen Gentium, reafirma que “todos los fieles, de cualquier condición y estado, son llamados por el Señor, cada uno por su camino, a la perfección de aquella santidad con la que es perfecto el mismo Padre”.

Este 1 de noviembre, los templos del mundo se llenan de alegría, gratitud y esperanza. La Iglesia celebra la vida de quienes fueron testimonio del amor de Cristo y recuerda a los creyentes que la santidad no es privilegio de unos pocos, sino una vocación universal.

Ofelia Fierros
Ofelia Fierros

Coeditora web. Desde 2014 me he desarrollado como correctora en el área impresa y redactora en el área digital de Diario del Yaqui.