En la actualidad, la actividad física es clave para envejecer con salud, una práctica poco convencional está ganando terreno entre especialistas y adultos mayores: el retro-walking, o caminar hacia atrás.
Más allá de ser una curiosidad, esta técnica se perfila como una herramienta eficaz para proteger las rodillas, reducir el dolor y mejorar la movilidad, superando en ciertos aspectos a ejercicios tan extendidos como la caminata tradicional o el ciclismo.
EJERCICIO INNOVADOR QUE PROTEGE LAS RODILLAS Y MEJORA LA MOVILIDAD
A diferencia de la marcha hacia adelante, el retro-walking activa músculos y patrones de movimiento que rara vez se utilizan, promoviendo un fortalecimiento más equilibrado del cuerpo. Su ejecución, que exige mayor coordinación y concentración, no solo aporta beneficios físicos, sino también cognitivos, convirtiéndolo en un ejercicio integral.
Un estudio publicado en el Journal of Orthopaedic Surgery and Research respalda esta modalidad al demostrar que pacientes con osteoartritis de rodilla leve a moderada experimentaron una "mejora notable en la movilidad articular y una reducción significativa del dolor" tras incorporar caminatas hacia atrás durante seis semanas. En comparación, quienes continuaron con ejercicios convencionales registraron avances menores.
La clave está en cómo el pie impacta el suelo. Mientras que en la caminata normal se utiliza un patrón "talón-punta", el retro-walking invierte el orden a "punta-talón", reduciendo las fuerzas de compresión sobre la articulación. Esto incrementa la activación de los cuádriceps, músculos fundamentales para brindar soporte a la rodilla y absorber mejor el impacto del movimiento. La Cleveland Clinic también destaca que esta práctica favorece la flexibilidad de los flexores de la cadera, esenciales para la estabilidad pélvica y una adecuada alineación corporal.
BENEFICIOS DEL RETRO-WALKING
Los beneficios también se extienden a la columna vertebral. Un estudio publicado en PLOS One encontró que personas con dolor lumbar crónico asociado al síndrome de flexión mejoraron el control del movimiento lumbopélvico mediante sesiones de retro-walking. Al activar los extensores de la espalda y los estabilizadores profundos del tronco, este ejercicio contribuye a una reeducación motora que puede ser clave en procesos de rehabilitación.
En tiempos donde la esperanza de vida sigue en aumento y los problemas osteoarticulares se vuelven más frecuentes, fortalecer los músculos que rodean las articulaciones es una estrategia preventiva esencial. El retro-walking aparece así como una alternativa accesible, de bajo impacto y adaptable a espacios abiertos o cintas de correr, ofreciendo a los adultos mayores un camino seguro y eficaz hacia una mejor calidad de vida.




