El síndrome de burnout, también conocido como síndrome del trabajador quemado, es una respuesta al estrés laboral crónico que no se ha manejado adecuadamente.
Este fenómeno, reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), se manifiesta a través del agotamiento físico y emocional, la pérdida de motivación y una disminución notable del rendimiento profesional.
Aunque suele asociarse con entornos de alta exigencia, puede afectar a cualquier persona que experimente presión constante, falta de reconocimiento o exceso de responsabilidades.
¿CÓMO IDENTIFICAR SI SUFRES DE BURNOUT?
De acuerdo con un informe del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST) de España, identificar el burnout a tiempo es clave para evitar consecuencias más graves, como la ansiedad, la depresión o problemas físicos derivados del estrés prolongado.
Algunas señales tempranas incluyen el cansancio persistente, el desapego hacia las tareas diarias, la irritabilidad y la sensación de ineficacia o fracaso.
Cuando estas señales se ignoran, el cuerpo y la mente comienzan a resentirse, lo que puede impactar tanto la vida laboral como la personal.

FORMAS DE EVITAR EL BURNOUT
Prevenir el burnout implica aprender a equilibrar las demandas del trabajo con el autocuidado. Establecer límites claros, respetar los momentos de descanso y reconocer los propios logros son prácticas esenciales para mantener la salud mental.
También es importante fomentar un entorno laboral saludable, donde exista comunicación abierta, apoyo entre colegas y espacios para gestionar el estrés.
Además, la desconexión digital fuera del horario laboral y la búsqueda de actividades que generen bienestar como el ejercicio, la lectura o compartir tiempo con seres queridos ayudan a recargar energías.
En algunos casos, buscar acompañamiento psicológico puede ser la mejor herramienta para recuperar el equilibrio y establecer estrategias sostenibles frente al estrés.





