¿Por qué los asiáticos comen tanto arroz y no engordan? Este es el secreto detrás de su metabolismo

La explicación no es sencilla, pero combina genética, cultura alimentaria y estilos de vida que vuelven este cereal en parte de una dieta equilibrada

¿Por qué los asiáticos comen tanto arroz y no engordan? Este es el secreto detrás de su metabolismo

Durante décadas, Japón, China y Corea han sorprendido al mundo con un hecho que parece contradictorio: consumen arroz prácticamente todos los días y aun así mantienen tasas de obesidad notablemente bajas.

La explicación no es sencilla, pero combina genética, cultura alimentaria y estilos de vida que transforman este cereal en parte de una dieta equilibrada, no en un enemigo.

¿QUÉ FACTORES EXPLICAN LAS BAJAS TASAS DE OBESIDAD EN ASIA?

Un estudio publicado en Evolutionary Applications señala que poblaciones del este y sur de Asia desarrollaron adaptaciones metabólicas después de miles de años basando su alimentación en el arroz.

Los investigadores analizaron la genética de más de dos mil personas de distintas regiones asiáticas y detectaron variaciones hereditarias en japoneses, chinos y coreanos que podrían disminuir el riesgo de obesidad y diabetes, incluso con una dieta rica en carbohidratos.

Según los expertos, las distintas variedades de arroz consumidas y el tiempo prolongado en que han formado parte de su dieta generaron un estrés metabólico que impulsó estas adaptaciones protectoras.

Sin embargo, la genética no es la única responsable. La gastronomía asiática es, por sí sola, una aliada natural de la salud.

En Japón, el arroz se acompaña con verduras hervidas, pescado, tofu y caldos ligeros. Las porciones rondan entre 150 y 200 gramos, mucho menos que las de Occidente.

Además, los palillos ralentizan la velocidad al comer, permitiendo que el cerebro registre la saciedad a tiempo. La filosofía del hara hachi bu, comer hasta sentirse al 80% lleno, también mantiene a raya el exceso.

LA GASTRONOMÍA Y EL CONSUMO DEL ARROZ EN JAPÓN, COREA Y CHINA

En Corea, el arroz se sirve junto a abundantes guarniciones vegetales (banchan), kimchi fermentado, sopas claras y proteínas magras. Su gastronomía es picante, ligera y muy rica en fibra, lo que mejora la digestión y reduce la ingesta calórica total.

En China, a pesar de la variedad regional, el arroz suele combinarse con verduras salteadas, pequeñas porciones de carne, sopas y té caliente. Las comidas incluyen más platos, pero en porciones pequeñas, lo que equilibra el consumo calórico.

Otro factor clave es la forma de consumir el cereal. En Japón, por ejemplo, el arroz frío, como el que se usa en sushi o bento, contiene más almidón resistente, que se digiere lentamente y favorece un menor impacto glucémico.

La autora Kaki Okumura resume esta relación de manera clara: el arroz blanco no es "el enemigo". En Asia se disfruta sin miedo, en cantidades moderadas y acompañado de alimentos frescos, grasas saludables y proteínas de calidad. No lo demonizan, lo integran.

Tal vez el verdadero secreto no está en el arroz en sí, sino en la forma equilibrada, consciente y culturalmente armoniosa en que lo incorporan en su vida diaria. Una lección que podría servirle al resto del mundo.

Marcela Islas
Marcela Islas

Egresada de Literaturas Hispánicas de la Universidad de Sonora, con experiencia en periodismo y turismo; pasión por la cultura, música y gastronomía.