El sarro en el baño puede ser un problema persistente y difícil de eliminar. Aunque el vinagre y el bicarbonato son opciones populares para la limpieza, existen otras alternativas igualmente efectivas para dejar tu baño reluciente y sin residuos.
A continuación, te contaremos tres métodos prácticos y eficientes para eliminar el sarro y mantener tu baño impecable. Ten en cuenta estas soluciones que cambiarán tu rutina de limpieza.

¿CUÁLES SON LAS MEJORES FORMAS DE QUITAR EL SARRO DEL BAÑO?
Con estos remedios caseros podrás deshacerte de las manchas blanquecinas en griferías, azulejos e inodoro. El sarro cambia por completo la apariencia de tu baño y lo hace lucir poco estético. Para terminar con eso, debes usar estas alternativas:
1. Jugo de limón
El ácido cítrico del limón es perfecto para terminar con el sarro en grifos cromados o mamparas de vidrio. Para llevar adelante correctamente esta solución, deberás cortar un limón por la mitad y frotarlo directamente sobre las manchas. También puedes mezclar el jugo de limón con sal gruesa para extraer mejor el sarro. Deja actuar la mezcla por 20 minutos y enjuaga con agua tibia.
El limón es un ingrediente muy utilizado en la limpieza del hogar. Además de eliminar el sarro, dejará un aroma fresco en tu baño.
2. Ácido cítrico en polvo
Este producto es mucho más potente que el vinagre si se usa para combatir el sarro endurecido. Para ello, deberás disolver 3 cucharadas de ácido cítrico en 1 taza de agua caliente. El siguiente paso, será aplicar la mezcla con un paño en duchas, griferías o la base del inodoro.
Este ingrediente también sirve para destapar tuberías obstruidas. Recuerda usar guantes durante la manipulación, ya que podría irritar la piel.

3. Pasta dental
La pasta dental contiene peróxido de hidrógeno que permite terminar con el sarro en juntas de azulejos o alrededor de los desagües. Coloca un poco de pasta dental sobre un cepillo de dientes viejo y frota en movimientos circulares. Es ideal para accesorios metálicos como portacepillos o soportes de toallas. Enjuaga y seca bien las superficies con un paño microfibra.