Su casa era tan humilde que no contaba con servicio de luz, pero a pesar de las circunstancias en contra, el pequeño nunca dejaba de hacer sus lecciones.
El empresario bahrainí Yusuf Ahmed Mubarak, de 31 años, viajó a Perú hasta localizar al pequeño, tras visitar varios municipios dio con el infante.
Cuando conoció la situación del niño ofreció construirle una casa de dos pisos e instalar un negocio para su madre, pero no solo eso, también está remodelando y ampliando su escuela y se comprometió a implementar una sala de computadoras.