El duelo arrancó lento, con un Payano intentando mantener a larga distancia en todo momento al púgil de Tijuana, quien a su vez intentaba acortar y meter su derecha e izquierda larga.
Payano se las arreglaba para contener a un Nery que lucía desordenado por momentos, con signos de desesperación por no poder descifrar a su rival.
En el séptimo round Nery conmovió a su oponente a base de derechas y en el noveno un tremendo gancho a las zonas blandas acabó con las acciones. Payano se fue a la lona para escuchar la cuenta de protección si incorporarse.








