Las llantas de un automóvil son mucho más que simples piezas de caucho: representan uno de los elementos más cruciales para la seguridad y el rendimiento del vehículo. Son las responsables de mantener el contacto firme entre el auto y la carretera.
Los neumáticos se encargan de absorber irregularidades del terreno, brindando estabilidad en curvas y frenados, y permitiendo una conducción suave y eficiente. Conducir con neumáticos en mal estado equivale a circular con un riesgo latente que puede derivar en accidentes graves, pérdida de control o incluso fallas mecánicas mayores.
Por ello, mantener los neumáticos en óptimas condiciones no es opcional, es una responsabilidad que todo conductor debe asumir con seriedad. Factores como el tipo de llanta, la frecuencia de uso y la calidad de los caminos influyen directamente en su vida útil.
5 SEÑALES QUE INDICAN QUE SE DEBEN CAMBIAR O REPARAR LAS LLANTAS DE UN AUTO
Detectar a tiempo los signos de desgaste o daño no solo prolonga la durabilidad de las llantas, sino que garantiza trayectos más seguros para el conductor, los pasajeros y todos los usuarios de la vía.
A continuación, te presento cinco señales claras que te indicarán cuándo es momento de reparar o reemplazar tus llantas sin dudarlo:
1. BURBUJAS O CHIPOTES
Los baches profundos, banquetas o caminos maltratados pueden generar protuberancias en las llantas. Estas "burbujas" indican un daño interno que compromete la estructura del neumático. Si detectas una, no lo pienses: cámbiala cuanto antes para evitar un reventón inesperado.
2. DESGASTE DE LA BANDA DE RODAMIENTO
La banda de rodamiento es la parte que muerde el asfalto y asegura la tracción. Cuando se desgasta en exceso, pierdes agarre. Para comprobarlo, ubica el indicador de desgaste en la propia banda o usa una moneda de 1 peso: si la parte plateada no se cubre completamente, esa llanta ya cumplió su ciclo.
3. DESGASTE IRREGULAR
Si notas que una parte de la llanta está más gastada que el resto, es posible que haya presión inadecuada o mala alineación y balanceo. Antes de cambiarla, corrige la causa: revisa la presión y agenda una alineación profesional. Ignorar esto solo acelerará el desgaste y afectará la conducción.
4. GRIETAS EN LAS PAREDES
El caucho se endurece con el tiempo, y empiezan a aparecer grietas o cuarteaduras. Aunque no siempre requieren cambio inmediato, sí ameritan una revisión detallada para evitar futuros problemas.
5. CADUCIDAD DE LA LLANTA
Toda llanta tiene fecha de nacimiento: un número de cuatro dígitos en el costado que indica semana y año de fabricación (por ejemplo, 0914 significa semana 9 de 2014). Aunque el desgaste por uso es clave, pasar de los 5 a 6 años es un buen pretexto para evaluar un reemplazo, incluso si la banda luce bien.
Para prolongar la vida de las llantas, es importante mantener la presión recomendada (la encuentras en la puerta del conductor), rotar las llantas regularmente para que se desgasten parejo, inspeccionar el desgaste en varios puntos de la banda de rodamiento, así como agendar una cita de servicio con tu distribuidor autorizado Ford.