La diabetes es una enfermedad crónica que afecta a millones de personas en todo el mundo. Aunque no hay cura, hay alimentos que pueden ayudar a controlar los niveles de azúcar en la sangre y mejorar la calidad de vida de las personas con esta enfermedad
Uno de estos alimentos es el brócoli, un vegetal crucífero rico en nutrientes y compuestos bioactivos que pueden tener un impacto positivo en la salud. A continuación, te contaremos cómo debes consumirlo para controlar la diabetes.

¿CÓMO CONSUMIR EL BRÓCOLI PARA CONTROLAR LA DIABETES?
Para sumar el brócoli de la forma que más te guste en tu dieta diaria. A continuación, te dejamos las mejores opciones.
- Crudo en ensaladas: conserva la vitamina C y el sulforafano.
- Salteado con ajo y aceite de oliva: ideal para acompañar carnes o servir como plato principal vegetariano.
- En freidora de aire: obtiene una textura crujiente con bajo uso de grasas.
- Asado con parmesano: intensifica su sabor gracias a la caramelización en horno.
- En crema o sopa: opción ligera si se utiliza leche sin grasa y bajo contenido de sodio.
- Combinado con sabores intensos: el brócoli rabe, de sabor amargo, se equilibra con ingredientes como salchicha o quesos curados.
- Guisados: añádelo a guisados para sumar nutrientes y sabor.
¿POR QUÉ EL BRÓCOLI CONTROLA LA DIABETES?
El brócoli actúa sobre varios frentes en la regulación de la glucemia. Contiene sulforafano, un compuesto responsable del aroma y sabor amargo del brócoli, que controla los niveles elevados de azúcar en sangre y la resistencia a la insulina.
El brócoli aumenta la sensibilidad a la insulina y reduce el estrés oxidativo, que deteriora los vasos sanguíneos en personas con diabetes. Además, disminuye picos glucémicos postprandiales y genera un índice glucémico bajo, lo cual lo convierte en un alimento adecuado para diabéticos.

BENEFICIOS DEL BRÓCOLI PARA LA SALUD
- Previene el cáncer, los compuestos azufrados del brócoli, especialmente los glucosinolatos y los isotiocianatos, inhiben procesos celulares asociados a la formación de tumores y mejoran la calidad de vida de pacientes oncológicos.
- Mejora la salud cardiovascular: evita la acumulación de placas de grasa en las arterias, reduciendo el riesgo de aterosclerosis y otras enfermedades vasculares.
- Reduce el colesterol y mejora digestión: disminuye el colesterol LDL y mejora el tránsito intestinal.
- Contribuyen al sistema inmunológico y al envejecimiento: previenen el deterioro celular prematuro.
- Fortalece los huesos: mantiene una buena densidad ósea.
- Previene trombosis e ictus: disminuye la formación de coágulos sanguíneos peligrosos.