Ajax, cerca de la final de Champions

Ziyech filtró un pase desde la frontal y el lateral inglés no se anticipó a Van de Beek. El ho­landés controló el balón, al bor­de del fuera de juego, y le tiró dos amagos a Lloris, suficientes para lanzarle al suelo y definir a placer.


El 0-1 no tiró atrás al Ajax, que lo siguió intentando, mien­tras que el Tottenham encontró su única vía en un Fernando Llorente encargado de filtrar el juego del equipo bajando balo­nes de espaldas y rematando. En una falta lateral, un rema­te suyo llevó el máximo peligro del equipo hasta que una ac­ción fortuita cambió el dibujo de Pochettino.



La superioridad holandesa en el medio se desinfló y cuando Alli tuvo un tiro al medio, bien detenido por Onana, y Llorente controló varias veces balones en la frontal, el partido ya ha­bía cambiado de bando.



Pero el Tottenham asustaba más por el ambiente que por el juego porque sus llegadas eran contadas y muchas veces iner­tes, muertas ya de antemano por la pólvora mojada de no contar ni con Heung-min Son ni con Harry Kane.



A la contra, pudo "matar" al Tottenham, pero una juga­da del incorporado Mazraoui la estrelló en el palo Neres.