La mezclilla es un básico resistente, versátil y atemporal en cualquier guardarropa. Ya sea que uses jeans, chamarras o camisas de denim, cuidar bien estas prendas puede marcar la diferencia entre tenerlas por años o verlas desgastarse prematuramente.
Existen mitos en torno al cuidado de las prendas hechas de esta tela, que es de las preferidas por lo fácil que es combinarlas con otras prendas, de ahí la importancia de saber cuáles ideas de cuidado sí son útiles y cuáles no.
ESTAS ACCIONES TE AYUDARÁN A CUIDAR PRENDAS DE MEZCLILLA
- Lava menos y con intención: Uno de los errores más comunes es lavar la mezclilla con demasiada frecuencia. Cada lavado desgasta las fibras y desvanece el color. Lo ideal es lavar tus jeans después de cinco o seis usos, o incluso cada uno o dos meses si no están visiblemente sucios.
- Di adiós a los suavizantes: Aunque parezcan inofensivos, los acondicionadores y suavizantes pueden dañar la estructura de la mezclilla, afectar los colores y deteriorar detalles como botones o cierres metálicos. Mejor opta por detergentes suaves y sin aditivos.

- Limpia solo donde se necesita: ¿Una mancha de comida o tinta? No es necesario lavar toda la prenda. Usa remedios caseros o productos específicos para eliminar manchas localizadas y así evitar el desgaste general.
- Siempre con agua fría: El agua caliente puede aflojar las fibras y hacer que la tela pierda su forma. En su lugar, utiliza siempre agua fría, ya sea para lavado a mano o en lavadora.
El poder del sol (con moderación): Si tu ropa de mezclilla comienza a oler raro, colócala al sol por unos minutos. Dale la vuelta a la prenda y evita la exposición prolongada para no afectar el color. Bastan 10 o 15 minutos de ventilación al aire libre para devolverle frescura.

CUIDADOS QUE AYUDAN AL PLANETA
Cuidar tu ropa de mezclilla no requiere de grandes esfuerzos, pero sí de hábitos inteligentes. Con estos seis consejos prácticos, puedes prolongar la vida de tus prendas favoritas y asegurarte de que sigan viéndose increíbles con el paso del tiempo. Tu clóset y el planeta te lo agradecerán.